lunes, 30 de diciembre de 2013

Sexo, provocación y romance: Una erótica reseña de NYMPHOMANIAC (VOLUME 1)


Título: Nymphomaniac Volúmen 1
Título en Serbia: Ninfomanka
Director: Lars Von Trier
Año: 2013
Intérpretes: Charlotte Gainsbourg (Joe), Stacy Martin (Jóven Joe), Stellan Skarsgard (Seligman), Shia Labeouf (Jerôme),  Uma Thurman (La Sra. H. ), Christian Slater (Padre de Joe)
Calificación (sobre 10): 8,5

En ocasiones anteriores ya he comentado lo que me parece a grandes rasgos la persona y la obra del señor Lars Von Trier. Ya he comentado antes lo pretencioso y egocéntrico que me resulta tanto él como su cine, tanto en los casos en los que quiere dárselas de moderno provocando en lugar de admiración,aburrimiento (vease Dogville), como en los casos en los que directamente va de provocador y esta sensación se sustituye por el asco (vease Anticristo).
Aún así, inocente de mí, cada vez que saca una película nueva intento darle una oportunidad y casi siempre acabo viéndola aunque sea para acabar cagándome en su puta madre luego, y cuando anunció que su próximo proyecto iba a ser una película de corte casi pornográfico (ya veíamos asomando de nuevo la cabeza del Von Trier provocador) comencé a prepararme física y mentalmente para el evento. Así, mientras las familias se reunían para celebrar la Navidad en paz, el pasado 25 de Diciembre me dirigí tranquilamente con mi saquito de mierda (metafórico) a los cines Golem de Plaza de España al primer pase de Nymphomaniac dispuesto a lanzar todo el contenido a todo lo que se me apareciera en pantalla....cual sería mi sorpresa cuando a los cinco minutos de comenzar la película comencé a ser consciente de mi error y para cuando esta había terminado, tuve que admitir la osadía de mi presuposición y comerme toda la mierda que había juntado y el propio saco.

Nymphomaniac no es sólo una buena película, sino que, en la opinión de un detractor casi acérrimo de Von Trier, es la mejor película del director danés y, directamente, una de las mejores películas que nos ha dado este 2013 que ya se está acabando. Sin lugar a dudas. Y no me duele en el orgullo reconocerlo, Von Trier ha hecho una película buena de verdad con todas las letras.
Como podréis suponer, Nymphomaniac es la historia de una ninfómana, Joe, que una noche aparece malherida tirada en un callejón solitario. Ante tan miserable situación, un soltero maduro, Seligman, le salva la vida y la acoge en su casa, donde Joe, en compensación, acabará por narrarle su peripecia vital.
Desde un principio voy a dejar claro una cosa, Nymphomaniac es la mejor película de Von Trier precisamente porque es la menos Von Trier de toda su filmografía. El señor Lars se olvida de las gilipolleces como la ausencia de decorados de Dogville o las paranoias sin sentido de Anticristo y nos presenta una historia, que si bien viene aderezada con sus correspondientes metáforas visuales (que, ojo, aquí están muy bien utilizadas), resulta mucha más cercana al espectador que cualquiera de las que ha contado hasta el momento. Porque ante todo, el leitmotiv de la película es el sexo y el amor, el como pueden actuar respectivamente como una consecuencia o una contraposición el uno del otro. Porque sí, vamos a decirlo malamente, pollas, coños, tetas y toda clase de desnudos tenéis todos los que queráis, al igual que escenas explícitas (menos de las que un servidor esperaba, dicho sea de paso), pero están tratadas con tanta naturalidad y tan seriamente que en ningún momento llegan a resultar provocadoras, en el sentido de que pudieran parecer gratuitas, y eso es, sin duda, una de las mayores virtudes de la película, que lo que pudiera resultar molesto para algunos, nunca llega a serlo.
Otro detalle que me ha gustado especialmente es la elección que ha hecho Von Trier a la hora de configurar esas metáforas visuales que he mencionado antes, principalmente, porque son metáforas muy lógicas que cualquier persona puede entender. Pongamos unos cuantos ejemplos: el primer capítulo tiene como leitmotiv la analogía con la pesca, en tantLa Caída de la Casa Usher para simbolizar el descenso de la protagonista hacia la oscuridad; otro de los capítulos utiliza una analogía entre las distintas voces de una coral y los distintos tipos de amantes que una mujer puede tener, etc. En resúmen, sin renunciar a los detalles propios del cine de autor, el mensaje que nos intenta transmitir la película llega mucho más claro al espectador, lo cual, personalmente, resulta muy satisfactorio.
o Joe se refiere a cómo para ella, el juego del cortejo y el sexo resulta cómo pescar con mosca, una mujer presenta varios aspectos, como varios anzuelos se utilizan en la pesca y puede utilizarlos como mejor le convengan para lograr su objetivo; en otro momento, se utiliza el inicio del cuento de Poe,
Enlazando con estos ejemplos que he comentado, otro detalle que merece la pena destacar es el recurso que utiliza para avanzar la trama en la película, no tanto en lo referente a cómo esta funciona a base de flashbacks, sino el cómo justifica los títulos de los distintos episodios en los que se divide la película, es decir, las escenas que enlazan unos episodios con otros. Lo que quiero decir es que, a pesar de que el grueso de la película ocurre en el pasado, la acción siempre acaba volviendo a la misma habitación, donde los personajes de Joes y Seligman conversan, donde un detalle de la habitación (un cuadro, una cinta de música o un anzuelo colgado en la pared) o una situación que se produce entre ambos personajes (una invitación por parte de Seligman a disfrutar de un postre) da pie a introducir la siguiente etapa de la vida de Joe, a avanzar un paso más en la trama. Un recurso cojonudo.
La propia historia en sí nos habla del sexo y de la obsesión que este provoca en una mujer, pero en el fondo es una reflexión sobre el amor, sobre la humanidad, sobre una mujer que renuncia a enamorarse, que escoge el sexo por encima del amor, perdiendo su humanidad en el proceso; hombre tras hombre, coito tras coito, la protagonista va separándose cada vez más del resto de los mortales, perdiendo la ética y la moral en el proceso (destruir la vida de las personas que utiliza para sus placeres le llega a ser indiferente). La cúspide de esta deshumanización llega con la muerte de su padre, cuando este pasa a una mejor vida, la protagonista se excita y lubrica, siente placer en una situación dramática. Tras el mazazo, todo se derrumba, ya sólo queda el sexo, pero vacío, sin nada más, hasta que, sin avisar, como es de costumbre, el amor se presenta para recoger a Joe del vacío, quien lo acepta pero con una terrible consecuencia, desde ese momento, es incapaz de sentir placer. Aceptar al amor es renunciar al placer en toda su extensión, renunciar al amor es también dar la espalda a la naturaleza humana. Telita todo lo que cuenta Von Trier en dos horitas clavadas que dura esta primera parte de Nymphomaniac. Anodado me he quedado.
Pero bueno, detalles simbólicos aparte, otro de las grandes virtudes de la película, y no se que coño ha podido hacer Von Trier para que esto sea así, son las interpretaciones de todos, absolutamente TODOS los miembros del casting, desde Charlotte Gainsbourg (a pesar de que salga poco y actualmente se encuentre alzada en el circuito independiente) hasta Christian Slater (que lleva arrastrándose prácticamente toda su puta vida por la serie B y que aquí llega a sorpr
ender con un papel corto pero intenso). Porque una cosa es salir desnudo en una película y otra cosa es sobrellevar un buen papel mientras llevas a cabo situaciones sexualmente explícitas.
En ese aspecto, la que se lleva la palma es Stacy Martin, la auténtica protagonista de esta primera entrega, que interpreta a una jóven Joe, un papel valiente de cojones, pues la chavalilla con 22 añitos sale desnuda en prácticamente todas sus escenas en compañía de feos y guapos, flacos y gordos, en situaciones que otras actrices podrían rechazar, la señorita le hecha huevos y se casca un papelón de la vírgen con una gran cantidad de registros: cuando tiene que parecer una niña inocente lo parece, cuando tiene que parecer una puta lo aparenta, tiene momentos dramáticos, momentos que rozan la comedia y momentos de furia pasional descontrolada. Este es su debut a lo grande, pero si sigue por esta línea, le auguro un futuro muy prometedor a la chiquilla.
A la Gainsbourg me la voy a reservar para cuando salga la segunda entrega, que nos narrará las peripecias de la Joe adulta, porque de momento aquí ha salido bastante poco, únicamente cumpliendo las funciones de narradora y en las escenas de conversación con Seligman.
De lo que si voy a dar unas pinceladas es sobre la interpretación de Alexander Skarsgard (que algunos conocerán por encarnar al profesor Selvig de Thor), menos disfrutable que otras, pero que no resulta por ello menos agradable, en gran parte debido al matiz que envuelve a su personaje, que actúa constantemente como una especie de conciencia de Joe. Cómo si de un hombro en el que apoyarse se tratara, el personaje de Seligman sirve como recurso para quitar hierro de los momentos más dramáticos y también de los más excéntricos, soltando alguna broma, alguna sentencia memorable o simplemente, llevando la conversación por otros derroteros, lo que constituye otro recurso muy bueno para lograr tanto un mayor dinamismo y avanzar más ágilmente en la trama.
¿Y el resto del casting? Pues en general, bastante bien. Shia Labeouf sorprende saliendo del encasillamiento en el que se encontraban como héroe adolescente (vease Transformers, Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal y demás)
para acometer un papel breve, pero desvergonzado, del que espero ver una mayor extensión en la segunda parte ya que, según nos hace ver la película, resulta ser el gran y único amor de la vida de Joe. Uma Thurman también está muy bien en el segmento del que es protagonista (el tercero, La Sra. H. ), en un papel que llega a rozar lo cómico en el capítulo más ligerito y simpático de toda la película, y Christian Slater resulta saber manejarse también bastante bien en un papel en el que podía haber caído fácilmente en la sobreactuación, cosa que no ocurre.
Comentados también los aspectos interpretativos, paso a dar algún detallito sobre la dirección de Von Trier, que sin renunciar a alguna que otra técnica narrativa digamos "de cine de autor" (vease pantalla partida en triple, filtros en blanco y negro, algún que otro plano excéntrico en algún momento de la película,etc), lleva a cabo una dirección mucho más "mainstream" de lo normal, con un manejo muy seguro de la cámara, sin locuras de ningún tipo. De esta manera, destaca cómo realizador de la película (en tanto a creador de la historia, los recursos visuales, etc) pero no como director (en tanto a la confección de la escena propiamente dicha, los planos y demás). Vamos, que la película está bien hecha, pero no destaca especialmente por su dirección.
Y como aspecto final, un clásico: el análisis de la banda sonora. Una mezcla de músicas peculiar, extraña, pero que me ha gustado: un poquito de Bach por allí, un pizca más de música clásica por allá, Born to be Wild y rock cañero por otro lado...Pero la verdadera estrella de la banda sonora tiene nombre y apellidos, Führe Mich del grupo alemán de metal industrial Rammstein. Aunque no lo parezca, la canción no está utilizada sin ningún propósito, ya que la misma sirve como reflejo de la relación de Joe con algunos de los personajes, especialmente Seligman (El título de la canción, que vendría a significar "Guíame" en español y ese estribillo con ese "Guíame, Sosténme..." no deja lugar a dudas sobre la clara referencia al papel de Seligman como conciencia y guía de Joe a lo largo de ese viaje de autorreflexión que es toda la película), aparte de que la forma en la que está utilizada (apareciendo de golpe y a toda tralla al principio de la película para darnos la bienvenida por todo lo grande a la misma) es sinceramente acojonante.

La verdad es que, inesperadamente Nymphomaniac ha sido toda una sorpresa para mí. Me esperaba una película provocadora  repleta de sexo gratuita y paranoias sin sentido, vamos, detalles que a mi parecer ya había introducido en otras películas suyas, pero en su lugar me he encontrado una película muy humana, profesional y cercana al espectador, una historia sobre el amor disfrazada (y apoyada también) por el sexo, una reflexión sobre la naturaleza humana para nada pretenciosa...en resúmen, todo lo que no había tenido una película de Von Trier hasta el momento. Es por ello, y por todos los detalles que he venido comentando a lo largo de la reseña, que considero a Nymphomaniac no sólo como la mejor película de Von Trier, sino como una de las mejores películas que he tenido la suerte de disfrutar en este 2013 que ya está tocando a su fin. Sobresaliente trabajo el de Lars.

Pero, ojo, que la historia no se ha acabado aquí, sólo hemos podido ver la mitad del viaje (y por lo que nos permite ver el pequeño avance de la segunda entrega que aparece en los créditos finales, esta segunda mitad va a ser mucho más oscura y dramática que esta primera entrega), pero ya digo que si la secuela se mantiene a este nível (o llega a superarlo, nunca se sabe), podríamos encontrarnos, en conjunto, con una de las películas más redondas que he tenido la suerte de visionar en mi corta vida (por el momento). Ahí lo dejo caer. Felices Orgasmos a todos.

PD: "Mea Vulva, Mea Máxima Vulva"



Lo más glorioso:
  • Una historia de sexo y amor que se transforma en un análisis de la naturaleza humana. Un trabajo humano, profundo pero a la vez cercano al espectador, alejado de otros trabajos anteriores de Von Trier y, en general, de las constantes que suelen aparecer en esta clase de cine de autor.
  • Un casting sensacional, encabezado por una colosal debutante de nombre Stacy Martin que agarra un papel tan complicado y arriesgado para una carrera profesional como es el de una ninfómana y, ni corta ni perezosa, lo doma y lo maneja como ella quiere. Sensacional.
  • Recursos visuales, de dirección y musicales utilizados de manera muy inteligente consiguen dar a la trama una agilidad que en manos de otra persona, quizá no habrían surtido ese efecto.

Lo puto peor:

  • La película puede no, seguro que provocará el rechazo del espectador menos preparado para esta clase de films, aunque de todas maneras no es una película para cualquier clase de público.
  • El trabajo de dirección es bueno, pero ni de lejos soberbio, y esa quizá habaría sido la puntilla que habría terminado de redondear una película casi sobresaliente.


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