Título: Fantasia
Director: Varios directores
Año: 1940
Intérpretes: La Orquesta de Filadelfia dirigida por Leopold Stokowski, Mickey Mouse
Calificación (sobre 10): 10, sin duda alguna
Hoy no voy a hablaros de una película, voy a hablaros de un puto milagro, una de esas cosas que ocurren de tanto en cuanto y que cambian la historia del cine y de la humanidad en general ya puestos.
Año 1940, la Segunda Guerra Mundial casi recién empezada, Walt Disney, tras los buenos resultados obtenidos con Blancanieves y los Siete Enanitos, y enfrascado en la producción de Pinocho, decide apostar por algo arriesgado, un concepto nuevo: unir el cine de animación, de nueva aparición con la música clásica que llevaba fascinando al público desde generaciones: nace Fantasia, una película que, indiscutiblemente, es única en su género, nadie será capaz nunca de volver a congeniar de tal manera las dos artes, cine y música, las cuales fusionan sus respectivos objetivos (la música, el sugerir una idea, una historia predefinida o un sentimiento sin necesidad de mostrar ningún tipo de estímulo visual; y el cine, la capacidad de plasmar en imágenes en movimiento dichas ideas, historias o sentimientos, darles cohesión y forma y presentarlos al púlico), para dar lugar a una obra magna del cine, un pedazo de cielo, un milagro (divino, humano o vete tu a saber)...la ostia.
Una película que, como debe ser, analizaremos por partes, separando cada fragmento de la película (y la pieza clásica asociada a ella, que podréis ver y escuchar en esta reseña) por separado y exhaustivamente empezando por el principio, es decir, por...
TOCATA Y FUGA EN RE MENOR- J.S. Bach
Un telón se abre para presentarnos un escenario y una serie de figuras en claroscuro...
Una voz en off nos transmite un breve resúmen de lo que vamos a ver, una unión de música y animación...
Se nos habla de los tres tipos de música que contiene la película, y de la categoría en la cual está inscrita la pieza que vamos a visionar: la música absoluta, aquella que existe por el simple hecho de existir...
Y a un gesto del director, el gran Stokowski, el claroscuro se desvanece y el color estalla. A partir de aquí, somos testigos del corte más surrealista de la película, al igual que el, por llamarlo de algún modo, más "sensitivo".
En este, una sucesión de figuras, algunas definidas como cuerdas, y arcos de violines; y otras no tan definidas, que se intercalan con las sombras rodeadas de color de los músicos de la orquesta y el director, nos dan idea de lo que significa la música absoluta. La asociación entre los movimientos de estas figuras y la música de Bach es clara: la animación sirve de instrumento para representar el cromatismo, la intensidad (especialmente los crescendos brillantes, representados por estallidos de luz y color repentinos) y los distintos instrumentos de la orquesta, es decir, la animación se convierte en una extensión de la música que es capaz de llegar a nuestra mente visualmente...
El corte culmina con un plano que combina animación con metraje real, un amanecer dorado y resplandeciente en cuyo centro se aprecia la figura del director de orquesta, el cual parece manejar a su antojo, con sus movimientos, las figuras que hemos estado viendo durante el corte. Una vez más la unión de la música y el cine se plasma en una única imagen... sobran las palabras.
Y así, un amanecer marca el inicio de la película (al igual que, como veremos después, otro amanecer marca el intermedio y el fin de la película), imagen que se desvanece ,una vez más, a un gesto del director.
EL CASCANUECES de Piotr Ilich Tchaikovsky
El que es uno de los cortes más "alegres" del film, sirve además de ejemplo del segundo tipo de música de Fantasia, aquella que sugiere una serie de conceptos más o menos definidos, a los que luego los guionistas de Fantasia dieron forma.
En este caso, la versión de Disney del Cascanueces comparte similitudes con la obra de Tchaikovsky (presentada en este corte en su forma de suite), en tanto que presenta a distintos seres feéricos que llevan a cabo, como si de bailarinas se trataran diversas danzas del ballet (vease la "Danza del hada de azúcar", pieza que abre el corte ).
Sin embargo, los guionistas de Disney aportan su propio granito de arena al hacer partícipes a las hadas de un mundo mayor, una especie de "bosque encantado" (que sustituye como escenario al mundo de las hadas del Cascanueces original), que visitaremos en todos sus aspectos, siendo testigos así de distintas danzas protagonizadas por distintos seres del bosque, como unas setas en la Danza China (mítica escena donde las haya), unos nenúfares en la Danza de los Mirlitones, bellos peces de colores en la Danza Arabesca y unos tulipanes en el Trepak (estas dos últimas escenas de gran potencia visual).
El corte culmina con el Vals de las Flores, pieza apoteósica que combina las ideas del mundo feérico y el mundo del bosque, mostrando a las hadas como encargadas del paso del verano al otoño y de este al invierno, escena que es representada igualmente en forma de danza, tanto por elementos del bosque (hojas, dientes de león, copos de nieve...) como por las propias hadas.
El súbito y brillante fin de este segundo corte consigue, de manera muy inteligente, "despertar" al espectador, poner su atención en la pantalla, de manera que las siguientes piezas no consigan tener un efecto soporífero en este.
EL APRENDIZ DE BRUJO de Paul Dukas
El tercer corte constituye el "único" (luego se explicarán las comillas) fragmento dedicado al tercer tipo de música de Fantasia, aquella que cuenta una historia predefinida.En este caso, la historia de un aprendiz de brujo al que un truco le sale mal, el cual es "interpretado" nada más y nada menos que por el hijo pródigo de Disney, Mickey Mouse.
El corte es el más sencillito de toda la película, más que nada porque la historia ya viene prefijada, pero aún así, es una delicia, con un tono humorístico impregnada en él (incluida la "felicitación" final de Mickey Mouse al maestro Stokowski) que constituye una pieza más de la película (de hecho podría considerarse casi fundamental, ya que esta pieza, dada la participación del ratón animado, fue de las más difundidas y de las que más ha dado a conocer la película), y una bocanada de aire fresco, perfecto preludio a una de las partes más serias y oscuras del film.
LA CONSAGRACIÓN DE LA PRIMAVERA de Igor Stravinsky
Este fragmento junto al de Noche en el Monte Pelado, del que se hablará más tarde, un hito, no sólo dentro de la animación, sino del cine en general. Un ejemplo perfecto de como tomar una idea y modificarla completamente sin por ello cambiar un ápice del mensaje que se quiere transmitir.
El corte, que se englobaría dentro del segundo tipo de música, toma como molde maestro el ballet de Stravinsky, en su origen, la representación de una serie de danzas rituales de la antigua Rusia que culminaban con un sacrificio de una joven como parte de un rito de adoración a la madre Tierra. La obra, englobada dentro de un movimiento musical denominado primitivismo, quería precisamente, a grandes rasgos dar "una imagen de la vida primitiva". Así pues, en Fantasía no tenemos seres humanos ni cultos religiosos, pero tenemos desde luego una representación del primitivismo llevada al extremo, ni más ni menos que al origen de la vida en la Tierra.
Y así, al comienzo, el desgarrado (y famosísimo) solo de oboe, nos lleva en un fundido a negro al principio de los tiempos. La sosegada melodía nos transporta a lo largo del espacio, acercándose poco a poco a la caótica masa de roca que era nuestro planeta en su origen, acompañando este acercamiento con un crescendo y un aviso de la violencia instrumental de la cual está plagada la obra.
Una vez en la Tierra, uno de los pasajes más agresivos del ballet, la Danza de las Adolescentes, es utilizado para representar uno de los períodos más convulsos de la historia de la Tierra. Las brutales acometidas de bajos, cuerdas, trompetas y demás viento metal ponen melodía al estallido de volcanes y vientos huracanados, manifestaciones del violento origen de la Tierra tal y como la conocemos hoy día, que culminan, una vez más en un silencio que marca el origen de la vida.
La segunda parte del corte, nos lleva, gracias a un movimiento intenso y con frecuentes crecendos (a cada uno de los cuales le corresponde una transición a una etapa siguiente en la evolución de las primeras formas de vida), hasta la era de los dinosaurios. Allí, tras una breve escena protagonizada por pterosaurios, llegamos al climax del fragmento. Una escena en la que, tras un breve "paseo" por los paisajes mesozoicos llegamos a la Glorificación de la elegida, en su origen, una escena que representaba la elección de la joven que iba a constituir el sacrificio, y uno de los pasajes más conocidos a la par que instrumentalmente violentos y poderosos, que aquí pasa a representar un sacrificio, pero uno que ocurre día a día en cualquier lugar del mundo, la lucha entre depredador y presa: el verdugo, un tiranosaurio, la víctima, un estegosaurio, cuyos momentos finales de agonía, al ritmo de la Evocación de los Ancestros, constituyen la transición a la parte final del fragmento.
El apoteósico final consta de dos partes bien diferenciadas. La primera, la extinción, la muerte, la poderosa especie de los dinosaurios va desapareciendo de la faz de la Tierra acompañada por la melodía de la Acción Ritual de los Antepasados, una cadencia lenta, pesada pero muy penetrante.
La segunda, la resurreción, la Danza de la Tierra marca el inicio de la aparición de nuevos relieves y formas, acompañadas de nuevo de vientos huracanados, marcan implícitamente el amanecer de una nueva vida, aún por llegar. Así, tenemos en su conjunto, que el corte de Stravinsky representa una historia de muerte y resurreción que se perpetúa por los siglos de los siglos, lo que es, en esencia la historia del planeta Tierra.
El broche de oro lo marca la aparición de nuevo del solo de oboe inicial, que acompaña a la fusión de dos planos, un eclipse visto desde la Tierra, y la Luna tapando el propio astro y dando paso a la oscuridad (de nuevo) visto desde el espacio...dos imágenes con un único propósito, mostrar que, todo lo que hemos visto en escasos minutos, miles de millones de años, no es más que, a una escala más o menos precisa, que un sólo día en la historia de nuestro planeta, una idea pesimista sin duda, ya que hace que, postulando con todos los millones de años de historia que le quedan a la Tierra, nuestra presencia y la de nuestros antepasados parezca insignificante a todos los niveles.
Y así, después de tantas emociones, acaba la primera mitad de la película, y se da paso a un breve intermedio, una escena de descanso tanto para el público como para los músicos en la que se presenta a la auténtica protagonista del film, la banda sonora, lo que nos permite deleitarnos con una deliciosa jam session de los músicos y situarnos emocionalmente en el contexto adecuado para alegrarse, deleitarse y gozar con la parte más alegre del film, un poema sonoro, y ahora tambien visual...
SINFONÍA 6ª "LA PASTORAL" de Ludwig Van Beethoven
Como anteriormente he dicho, un amanecer inicia este fragmento (inicio también de la segunda mitad de la película), el cual no está muy claro donde clasificarlo, si en el segundo o en el tercer tipo de música (¿¿recordáis las comillas en el único cuando se comentó El Aprendiz de Brujo, dos párrafos y medio en el pasado??), ya que, a pesar de respetar el planteamiento original de Beethoven para la obra (una representación del mundo de los pastores), se desvía ciertamente al enmarcar esta "Pastoral" en un escenario muy diferente, el monte Olimpo.
Así, los seres humanos son sustituidos por sátiros, centauros, caballos alados y otra fauna mitológica por el estilo, mientras que las situaciones: amanecer en el campo, escena junto al río, "fiesta" pastoril (sustituida aquí por una bacanal en la que el propio dios del vino participa), tormenta (aqui causada por el dios Zeus) y escena tras la tormenta, se respetan, de manera que, en pocas palabras, este corte viene a ser más una oportunidad para disfrutar de la música del maestro Beethoven que un ejercicio de originalidad, cosa que no ocurre con el penúltimo corte...
Este fragmento junto al de Noche en el Monte Pelado, del que se hablará más tarde, un hito, no sólo dentro de la animación, sino del cine en general. Un ejemplo perfecto de como tomar una idea y modificarla completamente sin por ello cambiar un ápice del mensaje que se quiere transmitir.
El corte, que se englobaría dentro del segundo tipo de música, toma como molde maestro el ballet de Stravinsky, en su origen, la representación de una serie de danzas rituales de la antigua Rusia que culminaban con un sacrificio de una joven como parte de un rito de adoración a la madre Tierra. La obra, englobada dentro de un movimiento musical denominado primitivismo, quería precisamente, a grandes rasgos dar "una imagen de la vida primitiva". Así pues, en Fantasía no tenemos seres humanos ni cultos religiosos, pero tenemos desde luego una representación del primitivismo llevada al extremo, ni más ni menos que al origen de la vida en la Tierra.
Y así, al comienzo, el desgarrado (y famosísimo) solo de oboe, nos lleva en un fundido a negro al principio de los tiempos. La sosegada melodía nos transporta a lo largo del espacio, acercándose poco a poco a la caótica masa de roca que era nuestro planeta en su origen, acompañando este acercamiento con un crescendo y un aviso de la violencia instrumental de la cual está plagada la obra.
Una vez en la Tierra, uno de los pasajes más agresivos del ballet, la Danza de las Adolescentes, es utilizado para representar uno de los períodos más convulsos de la historia de la Tierra. Las brutales acometidas de bajos, cuerdas, trompetas y demás viento metal ponen melodía al estallido de volcanes y vientos huracanados, manifestaciones del violento origen de la Tierra tal y como la conocemos hoy día, que culminan, una vez más en un silencio que marca el origen de la vida.
La segunda parte del corte, nos lleva, gracias a un movimiento intenso y con frecuentes crecendos (a cada uno de los cuales le corresponde una transición a una etapa siguiente en la evolución de las primeras formas de vida), hasta la era de los dinosaurios. Allí, tras una breve escena protagonizada por pterosaurios, llegamos al climax del fragmento. Una escena en la que, tras un breve "paseo" por los paisajes mesozoicos llegamos a la Glorificación de la elegida, en su origen, una escena que representaba la elección de la joven que iba a constituir el sacrificio, y uno de los pasajes más conocidos a la par que instrumentalmente violentos y poderosos, que aquí pasa a representar un sacrificio, pero uno que ocurre día a día en cualquier lugar del mundo, la lucha entre depredador y presa: el verdugo, un tiranosaurio, la víctima, un estegosaurio, cuyos momentos finales de agonía, al ritmo de la Evocación de los Ancestros, constituyen la transición a la parte final del fragmento.
El apoteósico final consta de dos partes bien diferenciadas. La primera, la extinción, la muerte, la poderosa especie de los dinosaurios va desapareciendo de la faz de la Tierra acompañada por la melodía de la Acción Ritual de los Antepasados, una cadencia lenta, pesada pero muy penetrante.
La segunda, la resurreción, la Danza de la Tierra marca el inicio de la aparición de nuevos relieves y formas, acompañadas de nuevo de vientos huracanados, marcan implícitamente el amanecer de una nueva vida, aún por llegar. Así, tenemos en su conjunto, que el corte de Stravinsky representa una historia de muerte y resurreción que se perpetúa por los siglos de los siglos, lo que es, en esencia la historia del planeta Tierra.
El broche de oro lo marca la aparición de nuevo del solo de oboe inicial, que acompaña a la fusión de dos planos, un eclipse visto desde la Tierra, y la Luna tapando el propio astro y dando paso a la oscuridad (de nuevo) visto desde el espacio...dos imágenes con un único propósito, mostrar que, todo lo que hemos visto en escasos minutos, miles de millones de años, no es más que, a una escala más o menos precisa, que un sólo día en la historia de nuestro planeta, una idea pesimista sin duda, ya que hace que, postulando con todos los millones de años de historia que le quedan a la Tierra, nuestra presencia y la de nuestros antepasados parezca insignificante a todos los niveles.
SINFONÍA 6ª "LA PASTORAL" de Ludwig Van Beethoven
Como anteriormente he dicho, un amanecer inicia este fragmento (inicio también de la segunda mitad de la película), el cual no está muy claro donde clasificarlo, si en el segundo o en el tercer tipo de música (¿¿recordáis las comillas en el único cuando se comentó El Aprendiz de Brujo, dos párrafos y medio en el pasado??), ya que, a pesar de respetar el planteamiento original de Beethoven para la obra (una representación del mundo de los pastores), se desvía ciertamente al enmarcar esta "Pastoral" en un escenario muy diferente, el monte Olimpo.
Así, los seres humanos son sustituidos por sátiros, centauros, caballos alados y otra fauna mitológica por el estilo, mientras que las situaciones: amanecer en el campo, escena junto al río, "fiesta" pastoril (sustituida aquí por una bacanal en la que el propio dios del vino participa), tormenta (aqui causada por el dios Zeus) y escena tras la tormenta, se respetan, de manera que, en pocas palabras, este corte viene a ser más una oportunidad para disfrutar de la música del maestro Beethoven que un ejercicio de originalidad, cosa que no ocurre con el penúltimo corte...
LA DANZA DE LAS HORAS de Amilcare Ponchielli
Definitivamente enmarcado dentro del segundo tipo de música, este fragmento representa una danza,si, pero una danza interpretada por cocodrilos, elefantes, hipopótamos y avestruces engalanados en vestuario de ballet y que al parecer, tiene lugar dentro de un reloj o algo similar (hecho que en lenguaje de internet de toda la vida constituye un WTF¡¡ en toda regla).
Un corte divertido, raro e inolvidable a todos los sentidos, y un comentario muy corto sobre este fragmento, pero esto se está haciendo demasiado largo y tengo cierta prisa por hablar del último corte de la película y la segunda razón, junto al fragmento de Stravinsky, por la que merece la pena ver Fantasia...
NOCHE EN EL MONTE PELADO de Modest Mussorgsky y AVE MARÍA de Franz Schubert
La recta final de Fantasia sólo se puede definir con dos palabras, gloria e inteligencia.
Inteligencia, porque los guionistas de esta película demuestran tener una habilidad magistral a la hora de combinar ideas, imágenes y músicas y lograr un efecto gigantesco.
Gloria, porque cuando acaba el corte te das cuenta de lo que has visto y no puedes evitar aplaudir al televisor/pantalla del ordenador aunque estés solo en la habitación..
Noche en el monte pelado y Ave María, dos composiciones totalmente distintas y que, sin embargo, al combinarse, forman una mezcla magnífica.
En la composición original de Mussorgsky se representaba un aquelarre de brujas, mientras que, en Fantasia, el tono siniestro de la música del compositor ruso sirve de marco a la aparición del mal definitivo, el demonio (cariñosamente apodado como Chernabog ) quien se dedica a jugar durante toda la noche con las almas del pueblo, desatando a criaturas del averno de todo tipo, quienes llevan a cabo una danza macabra que dura hasta el amanecer, hora en la que los poderes del mal se tornan inservibles.
Es entonces cuando comienza el Ave María, que escenifica simplemente una procesión de personajes que representan la religión como salvación del ser humano ante el mal anteriormente mostrado, la victoria del bien y de la luz sobre las hordas del mal y la oscuridad. Same old story, pero mostrada como nunca antes.
Y por supuesto, es el plano de un amanecer el que señala el final del corte y de la película.
Y pocas palabras hacen falta ya, salvo deciros que ya deberíais estar buscando la película por todas partes para ver o, en su defecto, revisionar este maravilloso pedazo de cielo.
Porque a veces, pocas, Dios baja a la Tierra, toca un rollo de celuloide y lo convierte en un jodido milagro, algo irrepetible...que en este caso, irónicamente, volvió a tener lugar 59 años más tarde con la creación de Fantasia 2000.
Pero esa es otra historia y deberá ser contada en otro momento...
Lo más Glorioso
- Todo, pero si tuviera que elegir algo me quedaría con el concepto de la película como fusión de dos artes, música y cine; y los fragmentos de Stravinsky y Mussorgsky/Schubert, dos hitos en la historia del cine que quedan grabados en la retina, oídos y memoria.
Lo puto peor
- Ese vocablo no es aplicable a esta joya cinematográfica ¿Acaso no ha quedado claro ya?
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