Que bonito el mes de Enero, cuando vuelves de las vacaciones de Navidad para meterte de lleno en los exámenes del primer cuatrimestre, o por el contrario, para recibir las calificaciones, esperadas o no, de aquellos exámenes que hiciste antes de Navidad. Cuando te das cuenta de que te has tocado los cojones como nunca y que lo vas a seguir haciendo porque no aprendes de las lecciones de la vida, que todo te da pereza y que no te rodean más que zorras, chacales y retrasados mentales de diverso grado.
Menos mal que siempre te puedes poner una peli y fingir que es otro mes cualquiera. Ale, esto es lo que he visto este mes (estoy por dejar de hacer introducciones, que cada vez me da más pereza).
Título: 20.000 Leguas de Viaje Submarino (20.000 Leagues Under the Sea)
Título en Serbia: Dvadeset hiljada milja pod moem
Director: Richard Fleischer
Año: 1954
Intérpretes: Kirk Douglas (Ned Land), James Mason (Capitán Nemo), Paul Lukas (Profesor Aronnax), Peter Lorre (Conseil)
Calificación (sobre 10): 6
En medio de una búsqueda en pos de un misterioso “monstruo”
que está atacando a los buques británicos en alta mar, el barco en el que
viajan el profesor Aronnax y su ayudante Conseille es atacado por la misma
criatura que andan persiguiendo. Ambos hombres, junto al arponero Ned Land,
acaban a la deriva y son hechos prisioneros por el monstruo en cuestión, que
resulta ser un submarino capitaneado por el Capitán Nemo, un apátrida
desencantado con la humanidad. Los tres hombres asistirán a continuación a toda
una travesía oceánica en la que lo mejor y lo peor del mundo se mostrará ante
sus ojos.
Adaptación de la Disney de la obra literaria de Julio Verne,
protagonizada por Kirk Douglas, James Mason , Paul Lukas y Peter Lorre en los
papeles principales. Como translación del trabajo de Verne a la gran pantalla
la verdad es que resulta bastante acertada, a pesar de sus diferencias respecto
a la novela y el material de relleno introducido que comentaremos más adelante.
La espectacularidad de los paisajes submarinos, del gigantesco Nautilus y de la
escena cumbre del film (me estoy refiriendo, por supuesto, al mítico momento
del ataque del calamar gigante) resulta palpable en todo momento gracias a unos
efectos especiales bastante resultones para tratarse de una película de los
años 50 y a la utilización en las escenas submarinas de escenarios y, sobre todo,
de animales reales a la hora del rodaje.
Los personajes resultan también ser una adecuada
representación de sus homónimos en la novela, en especial el personaje de Nemo,
el más complejo y arriesgado de mostrar en pantalla, al cuál no se cortan en
mostrar cómo lo que es, el misántropo definitivo, un hombre que prefiere la
soledad del océano y de su submarino al “mundanal ruido” de la civilización que
diría San Francisco, y al que no le tiembla la mano a la hora de impartir lo
que él considera justicia, incluso si esta tiene consecuencias mortales para
los ajusticiados. La mejor forma de lograr esta traslación a la gran pantalla,
es decir, el respetar el material original, es, por tanto, una regla cumplida a rajatabla, de manera que
incluso los pasajes más memorables de la novela son transcritos literalmente en
el guión, siendo especialmente memorable el que, en mi opinión, es el mejor
fragmento que se puede extraer de la novela y toda una declaración de
intenciones por parte del personaje de Nemo, fragmento el cual, no puedo evitar
transcribir aquí y ahora mismo: “No soy lo que usted consideraría un hombre
civilizado. He renegado de la sociedad por razones que sólo yo me atrevo a
valorar. Por lo tanto, no obedezco sus leyes”.
En el aspecto más técnico, salvando los efectos especiales,
que ya han sido comentados, ni la dirección ni la banda sonora hacen grandes
alardes, así cómo el componente actoral de la cinta, ya que la calidad de la
interpretación del cuarteto de protagonistas no se puede definir de otra forma
que simplemente correcta (siendo el mejor de los cuatro, obviamente, el señor
James Mason).
La película es entretenida, pero dado el corte de cinta de
aventuras clásica que sigue, se hace pesada en ciertos momentos, en especial en
esos momentos de completo y absoluto relleno (producto del pecado original de
Disney, el querer lograr un producto familiar en todo momento) en el que Kirk
Douglas protagoniza escenas cómicas junto a un león marino que habita en el
submarino junto a los demás personajes, se emborracha e incluso llega a coger
un ukelele en un par de momentos del film para arrancarse a cantar. Dicho de
otra manera, a la película le sobra metraje.
De esta manera, podríamos resumir la misma en dos conceptos
clave: una buena adaptación de la novela, una película mundana más entre tantas
y tantas.
Titulo: El Castigador (The Punisher)
Título en Serbia: Panišher
Director: Jonathan Hensleigh
Año: 2004
Intérpretes: Thomas Jane (Frank Castle/ Castigador), John Travolta (Howard Saint), Laura Harring (Livia Saint), Ben Foster (Spacker Dave), Rebeca Romjin (Joan)
Calificación (sobre 10): 5
Impresiones
muy encontradas las que tengo con esta sucia película. Una vez mas, el gran
problema que tiene Frank Castle, problema que no ha solucionado a dia de hoy
ninguna de sus adaptaciones, que una película del Castigado tiene que ser ante
todo una película que tiene como protagonista a un loco, un psicópata, porque
Punisher no es un héroe, un antihéroe ni polleces por el estilo, sino un
perturbado, un tipo que raíz de la
muerte de su familia no concibe otra forma de vivir que matar continuamente
criminales amparado por un sentido retorcido de la justicia, mas cercano a un
trastorno obsesivo compulsivo que a una filosofía de vida mas o menos
“razonada”. Pero bueno, en cuanto al tratamiento del personaje a dia de hoy, no
podemos esperar nunca una adaptación con cojones como dios manda (principalmente
porque creo que ninguna de las productoras a dia de hoy se atrevería a hacer
una película que tuviera como objetivo el hacerte empatizar con un psicópata),
asi que si, tendremos gore,tiros y muertes a troche y moche (ahí tenemos esa
Punisher: Diario de Guerra que aquí en España salió directa a DVD, que
precisamente se alzaba en ese aspecto),pero aun falta un paso mas adelante para
ver a Frank Castle como se merece (quizá en una serie de televisión…).
En cualquier caso, a dia de hoy, aparte de la ya
mencionada Diario de Guerra, contamos en nuestro haber con dos adaptaciones mas
en imagen real de la obra y milagros del Castigador, la versión de Dolph
Lundgren (que ni era el Castigador ni era nada) que se cocino alla por los años
80, y la que tratamos hoy, la primera incursión del justiciero dentro de la
primera oleada de películas de superhéroes marvelitas que aconteció tras el éxito de la primera
entrega de la trilogía de Spiderman de Sam Raimi. En esta ocasión, tenemos una
película de génesis,( que en realidad, poco tiene que ver con la historia
original del comic) en la que Frank Castle es un agente de operaciones
encubiertas del FBI que, durante una operación, provoca indirectamente la
muerte del hijo de un poderoso mafioso, el cual decide en venganza
masacrar toda su familia y asesinar al
propio Castle. La cosa es que el bueno de Frank sobrevive, y consumido por la
avidez y el ansia de venganza volverá su rabia, su furia y sus innumerables
armas contra el enemigo mafioso, covirtiendose en El Castigador.
Vayamos punto por punto. Primero, ¡Qué hace el puto
Punisher en Florida! Vamos a ver, el Castigador es un personaje sucio y
callejero por encima de todo. Dicho de otra forma, que no pega ni con cola en
un escenario mas conocido por ser el hogar del
sol, la playa y los latinos ardientes, mas aun si tomamos como punto de
partida que la película intenta ser una adaptación del arco argumental Welcome
Back Frank, la carta de presentación de Garth Ennis dentro de la colección de
Punisher, arco que como todo lector del mismo recordara, comenzaba con el
Castigador arrojando a un mafioso desde lo alto del Empire State de Nueva York,
una ciudad sucia, puerca y enfangada en el crimen y la mierda hasta las cejas.
Primer fail.
Segundo: la forma de actuar del personaje. A lo
largo de toda la película el Castigador se molesta en trazar un meticuloso plan
para que el malo se cargue a su propia familia. Vamos a ver, ¿Por qué? El
Castigador no es un James Bond, no es un espia, no es un hombre de grandes
planes, el Castigador es un señor que se pilla un fusil de asalto, se cuelga
dos UZIs de la espalda y se llena el cinturón de cartuchos y se mete a saco
matraco a disparar a todo bicho viviente. Dicho esto, ¿Por que si al final Frank
Castle comete una masacre en la que entre otras lindezas le atraviesa la cabeza
entera por el eje a un maloso con un cuchillo de combate, no mantiene esa dinámica
durante todo el metraje? Grandes enigmas de la historia.
Ahora, una cosa que me gustaría destacar de la
película es como traslada a la pantalla los personajes secundarios de Joan,
Spacker Dave y Bumpo, los adorables vecinos de Punisher, y alivio comico por
excelencia durante la etapa de Garth Ennis en Marvel Knights: Punisher. Eso, la pelea con el Ruso, que es todo lo cachonda, absurda y ridícula que debía
ser, diga lo que diga la gente, asi como la fantasmada tan absurda como loable que es el personaje de Harry Heck, interpretado por el cantante de country Mark Collie, el cual se planta delante del Castigador y, ni corto ni perezoso, le canta una canción diciéndole que le va a matar antes de liarse a tiros con él. No todo tenía por que ser malo o mediocre.
Eso si, Thomas Jane es el actor perfecto para
interpretar al Castigador. Fisicamente es clavado al Punisher de Gerry Conway,
y como actor, bien es verdad que para otro tipo de papel seria un interprete
nefasto, pero para encarnar al Castigador es perfecto, pues lo que necesita
dicho personaje no es actor expresivo de método, sino un actor carapalo que ya
solo con verle imponga, cosa que, al menos durante el tramo final de la peli,
logra. Acompañandole tenemos a John Travolta en su mas baja decadencia
encarnando al peor villano que ha tenido el Castigador tanto dentro como fuera
del comic, un personaje patético al que las pocas ganas que le pone el señor
Travolta con su interpretación no le ayuda lo mas minimo. Por el metraje se
pasea también Laura Harring, que se hizo famosa por chuparle la boca y tocarle
las tetas a una desnuda Naomi Watts en Mullholland Drive; Roy Scheider, antaño
actor en la cima cuando interpreto al jefe Brody del Tiburon de Spielberg y que
en los tiempos de Punisher se dedicaba a malvivir de las migas que le habían
dejado actores con mejor fortuna que el; Rebecca Romjin, que se alzo
interpretando a Mistica en la trilogía original de X-Men (todo queda en
familia); Ben Foster, que un par de años después se colgaría las alas del Angel
en X-Men: La decisión final (todo queda en familia de nuevo) y, aunque por
breves instantes, Kevin Nash, antiguo luchador de la WWE reconvertido en
esbirro cachas de tres al cuarto.
En cuanto al resto de detalles de la película, pues
lo típico de una producción menor como es en el fondo esta adaptación del
Castigador: dirección de telefilm, una banda sonora que no pega ni con cola con
lo que se esta contando, un presupuesto mas o menos grande que se va
prácticamente en balas, efectos especiales de tiros y explosiones y en la
cocaína que consumio John Travolta durante el rodaje. Eso si, el diseño de los
créditos iniciales, con esas heridas de bala supurando colores grises, blancos
y negros es de un molon y noir que no se puede aguantar. Sublime.
En resumen. El tono equivocado, el actor protagonista
ideal, secundarios en algunos casos desaprovechados y en otros bien plasmados,
un tufo constante a telefilm, y sinceramente, una película bastante aburridilla
hasta prácticamente su tramo final. Consigue aprobar con un cinco raspado, pero
no es para nada lo que se merece un personaje tan memorable como el Castigador.
Tengamos fe en que llegue el dia en el que Frank Castle reciba justicia y no
solo castigo.
Título: Edmond
Director: Stuart Gordon
Año: 2005
Intérpretes: William H. Macy (Edmond), Joe Mantegna (Tío en el Bar), Denise Richards (Stripper), Bai Ling (Chica del Peep-Show), Julia Stiles (Glenna), Mena Suvari (Escort)
Calificación (sobre 10): 5
Sorpresas nos da la vida, la vida nos da sorpresas.
He aquí la primera película en mucho tiempo que me deja completamente
anonadado, pero no por lo buena o infecta que sea, sino porque no tengo muy
claro todavía que cojones me ha querido contar la muy sucia cinta. Definir
Edmond es algo complejo,quizá lo mas apropiado seria decir que es una especie
de “videorreportaje ficticio” sobre lo que le pasa a un hombre, el susodicho
Edmond, cuando decide salir a vagar por las calles más sordidas de una ciudad
en plena noche tras haber dejado a su mujer.
La película comienza con una especie de declaración
de intenciones de parte del propio Edmond, el cual esta hasta los cojones de su
vida, se aburre, esta harto, y decide que es hora de salir a ver como es el
mundo, todo aquello que se ha perdido durante su vida de casado. En un bar, se
encuentra con Joe Mantegna, el cual suelta la perla mas memorable de toda la
película, “el hombre de vez en cuando necesita
autodestruirse (…), necesita follar”. A partir de aquí, prácticamente la
totalidad del metraje son situaciones en las que Edmond ronda de un prostíbulo
a otro (moviéndose en un mundo que desconoce por completo y, por lo tanto,
comportándose como un autentico caricato, siendo objeto de las burlas y engaños
de todos) y enfrentándose a situaciones violentas y sordidas, curiosamente
protagonizadas todas por negros ( se podría decir que la película tiene un poso
racista que nunca llega a mostrar explícitamente pero que creo que resulta
bastante evidente). Lo que comienza siendo una especie de discurso sobre como
desperdiciamos nuestras vidas, el vivir dia a dia y todo eso, acaba convirtiéndose,
conforme avanza la película en un batiburrillo de ideas inconexas, de manera
que para cuando la misma ha terminado uno esta mas aturdido que otra cosa y, la
verdad, no sabe muy bien que mensaje extraer del visionado. De todas formas,
una vez he madurado todo lo que me ha mostrado la película, me gusta pensar que todos deberíamos hacer
como Edmond al menos una vez en la vida y salir por ahí simplemente “a ver que
pasa”, eso si, sabiendo donde nos metemos y que todo lo que hagamos puede tener
consecuencias, sean buenas o malas. Desde luego, apalancarse en la monotonía y
la rutina es una puta mierda, lo diga yo, lo diga Edmond o lo diga quien sea.
La película, analizándola fríamente, es poco mas que
una mierdecilla, y seguramente no llega a ser una porquería del todo porque
dura apenas hora y veinte minutos; porque el director, Stuart Gordon,
reconocido artesano del cine de terror, dota a la película de un aire sordido e
inquietante en todo momento, muy de acuerdo con lo que nos esta contando la
película, y sobre todo, por William H. Macy, que esta muy pero que muy bien
interpretando al puto Edmond (que a estas alturas de la critica tiene el nombre
mas gastado que el capullo de un quinceañero), poniendo unas caras de loco y
unas miradas perdidas en la lejana profundidad del infinito que ya quisiera mas
de un actor ganador de Oscar. Acompañando a William H. Macy tenemos al
mencionado Joe Mantegna, y sobre todo, a una ingente cantidad de zorras de toda
clase e índole, entre las que destacan Denise Richards (que enseñaba las tetas
en Juegos Salvajes), Mena Suvari (que enseñaba las tetas y protagonizaba la
famosa escena de los petalos de rosa en American Beauty), Bai Ling (una
oriental que enseña las tetas en esta película) y una tal Julia Stiles, actriz
que he conocido con esta cinta y de la cual ignoro en que estado se encontrará
a dia de hoy (han pasado casi diez años desde que se rodo esta película), pero
que , por lo menos aquí, es la cara mas bonita de todo el film.
En fin, que con sus mas y sus menos es una película
atípica, de esas que definen por si solas su propio genero, pero ni por asomo
podría decir que es una buena película. Se deja ver, y hasta puedes quedar
satisfecho con las peripecias del buen Edmond a altas horas de la noche, pero
nada mas. Como detalle final, después de ver la cinta, realizando mis
investigaciones post visionado, he encontrado fuentes que aseguran que David
Mamet, guionista y autor de la obra de teatro en la que se basa la película,
escribió dicha obra de un tiron después de que su mujer le abandonara. La
moraleja de la historia es que, probablemente, la inconexión de las ideas
mostradas en la película es producto de una noche en la que el autor de la obra
estaba completamente aturdido por culpa de sus problemas de pareja. Lo cual es
algo maravilloso a todos luces. Una rara avis sin duda alguna. Ah, y el poster
es una guapada de lo mas sordida por cierto.
Y ya está, no hay más. Ya sabéis lo que dice la gente. Si es breve, dos veces bueno, y si no os gusta, chupadme el capullo...dame la nota final, Ray.
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