Octubre es el mes del terror, o por lo menos lo es desde que en este país el Día de Todos Los Santos pasó a un segundo plano a raíz de la implantación en la cultura popular de esa festividad tradicionalmente americana conocida como Halloween, que no es ni más ni menos que una maniobra de los USA para, como cualquier sociedad capitalista con ambiciones de dominio mundial, lavar nuestros cerebros y hacer que todos acabemos pensando de la misma manera que ellos, despreciando a toda clase de etnia que no sea caucásica y portando revólveres de calibres elevados y escopetas recortadas por la calle.
Halloween en sí mismo, tambien es una festividad que con el tiempo ha perdido su significado inicial. Lo que en un principio era una fiesta pagana que tenía como propósito el ahuyentar a los malos espíritus ha acabado convirtiéndose en una vil excusa para dos cosas: una, que las jovenzuelas bajo el ya viejo pretexto del disfraz (ya sea "brujilla", "vampiresa" o "guarrilla zombie") salgan a la calle vestidas como vulgares rameras, lucrándose con sus pechos y sus vaginas lubricadas, mostrando su ropa interior a todo el personal y poniendo cachondo a todo hombre que pasa, que por supuesto serán rechazados, teniendo que limitarse a hacerse una triste pajilla una vez de vuelta a casa; y dos, beber como un hijo de puta, hecho para lo cual, ahora que lo pienso, no es necesario disfrazarse.
Bueno, ¿Y a que viene este discurso tan ofensivo? Pues a que un año más tengo que aguantar a gente haciendo el gilipollas mientras intento ahogar mi resentimiento y mi odio incipiente hacia la humanidad en litros y litros de whiskey con coca cola. El caso es que para minimizar el efecto Halloweenesco de Octubre, me he propuesto visionar películas que poco o nada tengan que ver con semejante festejo, o que, en su defecto, lo ridiculicen al extremo.
¿Y que creéis que he escogido para empezar? Pues ni más ni menos que:
Título: Borat (Borat: Cultural Learnings Of America For Make Benefit Glorious Nation Of Kazakhstan)
Título en Latinoamérica: Borat: El Segundo Mejor Reportero del Glorioso País Kazajistan Viaja A América
Título en Serbia: Borat
Director: Larry Charles
Año: 2006
Intérpretes: Sacha Baron Cohen (Borat), Ken Davitian (Azamat), Luenell (Luenell la prostituta), Pamela Anderson (Pamela Anderson)
Calificación (sobre 10): 6
Ostia puta...no se como coño no crucificaron boca abajo a Sacha Baron Cohen boca abajo después del estreno de esta película. Y es que pocas películas he podido ver que resulten tan ofensivas como esta. Entre los distintos colectivos que pueden resultar ofendidos por el visionado de la misma se encuentran judíos, musulmanes, kazajos, mujeres en general, gitanos, las personas con retraso mental e incluso los propios americanos.
El film narra la historia de Borat, un reportero kazajo que viaja a Estados Unidos para rodar un documental sobre las costumbres americanas con el fin de incorporarlas a la sociedad de Kazakhstan y de paso,encontrar a su amor platónico, Pamela Anderson.
Lo que es evidente es que Borat puede considerarse uno de los ejemplos más representativos del género mockumentary moderno, y es que la delgada línea entre realidad y ficción (que constituye el elemento principal del mockumentary) se encuentra presente constantemente a lo largo de todo el metraje, tanto en la forma de rodar, en su mayoría cámara en mano, como en el hecho de que únicamente participen en la misma cuatro actores profesionales, y dos de ellos se interpretan a sí mismos.
Otro detalle evidente es que Sacha Baron Cohen es un actor polifacético y un comediante de cojones, que puede arrancar la risa únicamente con su mera presencia, aunque, como sea en este caso, el material del que dispone sea más deficiente que sobresaliente. Y es que el guión de Borat peca en exceso de ese humor desenfrenado, racista, machista y sin tapujos que, en pequeñas dosis resulta delicioso. Porque tras una hora y media de continuos chistes de judíos y bromas machistas uno termina agotado de tanto chascarrillo y desea algo más de humor inteligente. Aunque también es verdad que la película tiene sus momentos estelares, como la introducción en el pueblo de Borat, la peculiar versión que hace este del himno estadounidense o la batalla épica entre Sacha Baron Cohen y Ken Davitian en la habitación de un hotel, que es sin lugar a dudas, la escena más memorable de todo el fin, amén de la más cachonda con diferencia.
Todo esto hace de Borat un espectáculo que puede resultar maravilloso para algunos y repugnante para otros. Una película en su día polémica que a mí, particularmente, no me ha hecho mucho tilín. Vamos, que si un día la pillara por la tele igual me la vería, pero que sirve para poco más.
Y ahora todos en pie y escuchemos el himno de Kazakhstan. Si, ez bueno.
Título: Anticristo (Antichrist)
Título en Serbia: Antihrist
Director: Lars Von Trier
Año: 2009
Intérpretes: Willem Dafoe (Él), Charlotte Gainsbourg (Ella)
Calificación (sobre 10): 2
Reina el Caos en el mundo del cine. Reina el caos cuando a día de hoy se permite que existan películas como Anticristo.
Esta es, sin duda, la prueba definitiva de que puede hacer una persona tan soberbia e inconsciente con las personas de su alrededor, un señor que más que hacer cine parece buscra constantemente la provocación y la ofensa fácil como es Lars Von Trier cuando se le da carta blanca, que es ni más ni menos que un duermeculos insoportable con íntención de trascender pero que, en el fondo, no es más que una producción de serie B, y de las malas.
Bajo el planteamiento de una mujer que sufre una depresión provocada por la muerte de su hijo y que es tratada por su marido psiquiatra, Von Trier se dedica durante casi dos horas a torturar al espectador con diálogos sin sentido, conversaciones de besugos y supuestas metáforas y parafernalia filosófica que sólo podrían ser interpretadas por un Nietzsche puesto de LSD como mínimo. Todo ello, regado con abundantes dosis de violencia y sexo gratuito, hasta el punto de que parece que la película es una mera excusa para mostararnos la polla de Dafoe y el coño de la Gainsbourg en todo su esplendor.
Y ojo, que Von Trier es capaz de conseguir una estética visual bastante acojonante, joder, si sólo la escena inicial en blanco y negro está rodada de puta madre, no os digo nada sobre los momentos en los que intenta introducir tintes sobrenaturales en el film. Acojonante, si, pero cuando todo ello está al servicio de la nada, se queda en agua de borrajas.
En las casi dos horas que dura la cinta no hay un sólo momento en que Von Trier consiga hacer conectar al espectador con lo que está viendo, ni siquiera hacerle reflexionar sobre un tema en concreto, y ya no digamos entretener. Únicamente consigue provocar asco en el espectador, asco y tedio.
Vamos, que si lo que quéreis es ver a un zorro destripado hablando, a Charlotte Gainsbourg masturbándose junto a un árbol hecho de trozos de personas, ablaciones o una polla eyaculando sangre sin ningun trasfondo de por medio, esta es vuestra película. Si por el contrario buscáis algo con un mínimo de contenido, huid como si de la mierda se tratara, pues lo único que vais a encontrar en Anticristo es una siesta de puta madre.
PD: Osea, basta con atender a la crítica del señor Carlos Boyero, profesional respetado donde los haya, para saber con clase de mierda estamos tratando
Título: La Muerte En Tombstone (Dead In Tombstone)
Director: Roel Reiné
Año: 2013
Intérpretes: Danny Trejo (Guerrero de la Cruz), Mickey Rourke (Lucifer), Anthony Michael Hall (Red Cavanaugh)
Calificación (sobre 10): 4
Bueno, y para despedir esta entradita, que mejor que un western con tintes sobrenaturales...aunque lo más paranormal de esta película es el como le he echado cojones para dignarme a verla sabiendo de primeras lo que me iba a encontrar, osease, la sosería no por ella vacía de entretenimiento.
El caso es que tenemos una cinta en la que Danny Trejo interpreta a un forajido llamado Guerrero que es traicionado por los ávidos codiciosos de sus compañeros de armas y enviado al Infierno, donde el demonio, encarnado por un Mickey Rourke más gordo que nunca, le ofrecerá un trato: si sacrifica las almas de sus seis asesinos le devolverá su puerca vida de pecado y crimen.
Dicho y hecho, lo que nos encontramos son 95 minutos de sucios paisajes del oeste y de Trejo disparando a gentuza a diestro y siniestro sin excesiva violencia eso sí, que más que un slasher parece un rape and revenge (con la salvedad de que a Danny Trejo no le violan, solo le matan).
Vamos, que una cosa que no sirve más que para pasar el rato, bueno, para eso y para varias cosas más, como por ejemplo, para darnos cuenta de que Danny Trejo es el equivalente actoral a un roto para un descosido, vale para todo; para comprobar que Mickey Rourke cada vez está más hundido en el pozo de mierda que el mismo se ha labrado con el tiempo o que cualquier capullo con una cámara y algo de dinero puede hacer un western sin ningún problema, no como en los viejos tiempos.
En resúmen (joder, si es que se puede hablar muy poco de esto), Muerte En Tombstone es una película que puede entretener pero ya, nada más, es impsosible, es serie B de baja calidad en su más pura esencia. Si os interesa descargaosla, pero no paguéis por ella, para tirar el dinero mejor regalárselo a uno de los cada vez más comunes sin techo de las grandes ciudades de este gran país.
Y para despedirme de todos vosotros os dejo con una artista no se si incomprendida pero desde luego poco conocida, por lo menos hasta donde yo se, pero creadora de una los temas más pegadizos de la historia de la televisión. Del opening de uno de los animes más bizarros de la historia, la magnífica Saeko Chiba y su Bokutsasu Tenshi Dokuro-Chan.
Feliz Jalogüin bastardillos.
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