sábado, 6 de octubre de 2012

Apostando fuerte: Una ludópata reseña de CASINO ROYALE


Título: Casino Royale
Director: Martin Campbell
Año: 2006
Intérpretes: Daniel Craig (James Bond), Eva Green (Vesper Lynd), Mads Mikkelsen (Le Chiffre), Judi Dench (M), Jeffrey Wright (Felix Leiter), Giancarlo Gianini (Rene Mathis)
Calificación (sobre 10): 7

Este es el primer paso de un largo camino que me dispongo a emprender, camino que, por otra parte, no es más que otro reto personal enfermizo que me propongo a mi mismo, como fueron en su tiempo el visionado íntegro de También Los Enanos empezaron Pequeños, reseñada anteriormente en este blog, o el maratón del anime Bokutsasu Tenshi Dokuro Chan que algún día comentaré. Este nuevo desafío se basa en un precepto muy sencillo: revisionarme todas y cada una (o al menos las que mi mente aguante) de las películas de James Bond para prepararme para el inminente estreno de Skyfall, la que es ya, la número 23 en la saga del agente 007.
Lo lógico, pensaréis, sería empezar, siguiendo la línea cronológica, con Dr.No y el resto de películas de Sean Connery. Pero, en mi afán por innovar, he decidido comenzar este ciclo con la que fue la primera película en la que Daniel Craig interpretó a Bond, la cual, dentro de la línea temporal de la saga no sería sino la primera de todas las historias del espía británico, ya que de hecho, adapta la primera de las novelas originales de Ian Fleming, el creador de Bond.
Porque Casino Royale nos traslada ni más ni menos que a los comienzos del agente 007 quién, con su recien estrenada Licencia Para Matar, tiene que hacer frente a su primera gran tarea: detener a un conocido banquero del terrorismo llamado Le Chiffre. El escenario, el Casino Royale de Montecarlo. La misión, conseguir que Le Chiffre pierda el dinero de sus clientes en una partida de poker. Para semejante encomienda, Bond no sólo contará con la ayuda del agente francés Rene Mathis, sino también con el apoyo de la encantadora representante del Tesoro Británico,Vesper Lynd.
Una vez más, la trama parte de una premisa de lo más interesante, porque, a primera vista, una película donde la historia gira en torno a una partida de poker, no parece prometer tensión, suspense y acción a raudales ¿no? Pues, queridos amigos, ocurre todo lo contrario, pues salvo los momentos en los que la acción se centra en la partida en sí misma, James Bond no hace si no lo que mejor se le da, repartir ostias a los malos y seducir a bellas mujeres, como debe ser.
De hecho, es en estas escenas de acción donde me quiero detener en primer lugar, ya que son momentos de gran espectacularidad que, de verdad, están muy bien rodadas. Sin embargo, en ciertos momentos de la película (en especial la escena de la persecución en Uganda, al principio de la película) la acción es tan frenética, tan irreal, que parece mas bien escenas sobrantes de una de las entregas de la saga de Jason Bourne o de Transporter en vez de una película de Jame Bond. Aunque estos pequeños detalles se salvan con momentos geniales como el magistral prólogo en blanco y negro,
; las partidas de poker, en las que Martin Campbell y, sobre todo, la interpretación de Daniel Craig y Mads Mikkelsen mantienen la tensión en todo momento, llegando a ponerte verdaderamente nervioso ; o el giro final, uno de mis momentos favoritos de toda la saga Bond, que recuerda en cierta medida al final de Al Servicio Secreto de Su Majestad
Igualmente la estética está menos recargada que en otras entregas de la saga, especialmente en lo referente a gadgets. Por que aquí no vemos al James Bond de las películas, con aparatos sofisticados y vehículos tuneados con la tecnología más avanzada, sino a un Bond más cercano al de la novela, un Bond que se vale de un coche (bueno, un Aston Martin) normal y corriente,una pistola y su ingenio para cumplir con su misión, sin tener que recurrir a cacharritos de ningún tipo. Un Bond, al menos en ese aspecto, más realista y cercano a la vida real.
Pero hablemos de interpretacones y dejémonos de tonterías. Porque si algo llamó la atención en esta película desde un principio era la cuestión de como iba a funcionar Daniel Craig como el agente 007. Mis impresiones personales: la serenidad y frialdad de Craig hace que funcione perfectamente como un James Bond principiante, que analiza paso a paso todas sus acciones, intentando (y consiguiendo) demostrar a sus superiores que no sólo es un buen agente, sino que es el mejor (mención especial a las escenas de la partida de poker, en las que el rostro de Craig es una auténtica muralla impenetrable, dando totalmente la impresión de no poseer sentimiento alguno). En las escenas de acción, sin embargo, Craig es frenético, brutal, una auténtica apisonadora que no deja títere con cabeza y que, si tiene que matar, lo hace, aunque no sea la opción más correcta. Igualmente, esta película nos muestra una faceta de Bond que no habíamos conocido antes, la del Bond, ya no seductor, sino enamorado, amor encarnado en la figura de Vesper Lynd, osease Eva Green, actriz que realiza una interpretación correctita, compensada con creces que su espectacular físico.
En cuanto al resto de actores, tenemos a Mads Mikkelsen , que está acojonante como Le Chiffre, uno de los mejores villanos de la saga, que verdaderamente se las hace pasar putas a Bond dentro y fuera de la partida de poker; a Judi Dench, repitiendo una vez más como M, y a Giancarlo Gianini, que no destaca especialmente, pero al que se agradece ver en la pantalla, ya que permite retrotraerse al pasado y recordar su papel de Rinaldo Pazzi en esa gran secuela que fue Hannibal
En cuanto a otros aspectos de la película, la dirección de Martin Campbell es destacable en momentos puntuales como el ya comentado prólogo o la escena de las grúas al comienzo de la película, que si bien es una fantasmada por razones que ya he comentado antes (lo de la acción irreal y todo eso), está rodada con muy buen pulso. 
Respecto al tema musical, que ya sabéis que siempre me gusta comentar, sólo puedo decir que la banda sonora contiene el mítico tema compuesto por John Barry y que la canción inicial interpretada por Chris Cornell, el que fuera cantante de Audioslave y Soundgarden, es bastante aceptable para lo que es un tema de estas características.
En resúmen, una película de James Bond más que aceptable, con una trama sólida y que parte de una premisa bastante interesante, que conjuga escenas de tensión que conciernen sobre todo a la partida de poker con momentos de acción frenética, que en ocasiones peca en exceso de ser exageradamente irreal, con un Daniel Craig  más que correcto , que nos regala una encarnación de Bond que conjuga su lado más "débil" y humano con su más violento e implacable. 
En pocas palabras, una de las mejores entregas de la saga que supuso un soplo de aire fresco después de la decepcionante Muere Otro Día, de la que por supuesto, tendréis reseña próximamente dentro de este "reto Bond" al que me he atrevido a enfrentarme.

Lo más glorioso:
  • Una trama sólida e interesante que combina momentos de suspense y tensión con espectaculares escenas de acción
  • Daniel Craig estupendo como Bond, siendo sensible y "humano" a la par que salvaje e implacable
  • Un elenco de secundarios que cumple al cien por cien con las expectativas, especialmente Mads Mikkelsen, que realiza una intrerpretación acojonante
Lo puto peor:
  • La acción peca en ocasiones por ser demasiado "irreal", lo que parece más propio de sagas de otro tipo, como la de Jason Bourne o Transporter


No hay comentarios:

Publicar un comentario