martes, 2 de abril de 2013

ESPECIAL PORNO: Analizamos la peli porno de Poli Díaz: POLI, EL LAMA Y LA QUE LOS LAME


Poli Díaz.
Mucho se ha dicho hasta la fecha de hoy sobre semejante semidios entre mortales. Muchas páginas se han llenado con sus triunfos y sus mil y una aventuras tanto en este, nuestro país, como en el extranjero. Un héroe, una leyenda que ha forjado con sus puños una de las trayectorias vitales más aplaudidas y que más interés han despertado en la juventud, tanto es así que hoy nos vamos a detener un momento para comentar una de sus aportaciones más laureadas al séptimo arte. Pero antes, una pequeña introducción a la vida y milagros de Policarpo Díaz, "El Potro de Vallecas".
Policarpo Díaz fue en sus orígenes un aguerrido jóven nacido en Vallecas en 1967, que, desde bien chico desarrolló una sana afición por el saludable deporte del boxeo. Infatigable como era, luchó y luchó durante años por hacerse un hueco en este mundo tan competitivo. Y, a fuerza de sudor y lágrimas, lo logró, convirtiéndose con el tiempo en el púgil más grande jamás nacido en nuestro país, siendo siete veces campeón de España y ocho veces campeón de Europa de los pesos ligeros. El culmen de su carrera llegaría en 1991, cuando tantos años de sacrificio dieron su fruto, llegando a combatir por el título mundial contra Pernell Whitaker. A pesar de luchar tan duramente que se fracturó una muñeca y una costilla, el sueño no pudo cumplirse y Poli perdió el combate por puntos.

Este fue el fin del mito de Poli y el comienzo de la leyenda.
Pues a partir de este momento, la vida del boxeador tomó un giro radical. Tras soportar tantos años de penurias y sacrificio, y, según se dice, profundamente afectado por su derrota ante Whitaker, la carrera de Poli inicio un declive total, una caída hacia los infiernos, donde la miseria y la heroína le esperaban con los brazos abiertos.
El pistoletazo de salida de esta historia lo tenemos en 1992, cuando, tras una gala benéfica junto al legendario actor Mickey Rourke (en la época en que este buen hombre se dedicaba a darle ostias a la gente por dinero), ambos compañeros de juerga, montaron un altercado multitudinario en una discoteca de Oviedo.  Este sería el inicio de toda una serie de aventuras, entre las que se cuentan su detención por conducción temeraria y agresión a un agente de policía, la ocasión en la que dejó en coma a ostias a un insensato que le atracó a punta de navaja (lo que le valió una condena de tres meses de cárcel)  o la vez en la que le reventó un vaso en la cara a una fan que le pidio un autógrafo en Benidorm, siendo recordado tambien por muchos el momento en el que su mujer decidió , misteriosamente, practicar el vuelo sin motor lanzándose desde su casa en un primer piso a la vía pública. Durante este tiempo, totalmente entregado a la heroína, se le veía deambular por el poblado chabolista de la Rosilla, donde se sabe que tenía dos tiendas de campaña en su propiedad, una de la que se servía como vivienda y otra que alquilaba a cambio de dinero con el que picarse la droga.
Aun así, Poli aún seguía siendo el héroe que todos sabíamos que era en el fondo, y lo demostró en el año 2003, cuando atacó a un hombre que estaba agrediendo a un anciano, abriéndole la cabeza con un pico que previamente había sustraído de una obra cercana (lo que le valió una nueva denuncia por agresión y una nueva y breve condena penitenciaria) . La envidia que despertaba con estos actos provocaron que en 2012 fuera apuñalado en el pecho por un agresor desconocido (aunque algunos dicen que este deleznable acto fue  perpetrado por su más terrible antagonista, el Vikingo de San Fermín), motivo por el que fue ingresado de urgencia en un hospital madrileño.
Hoy en día, reformado y, según asegura una y otra vez, limpio de todo rastro de heroína, Poli imparte cursos de boxeo por toda España, tras haber trabajado de jardinero y haber ejercido el noble oficio de albañil en las obras de ampliación del metro de Madrid, y acaba de publicar su autobiografía A Golpes con la Vida en la que narra de primera mano todas sus experiencias vitales.
Pero retrotraigámonos a esa etapa tan sórdida como rememorada de su vida. En 1997, un año antes de realizar su cameo estelar en Torrente, el Brazo Tonto de la Ley, y desesperado por reunir dinero como fuera para satisfacer sus adicciones, Poli decidió iniciar por todo lo alto su carrera en la industria pornográfica realizando su primera película, El Potro se Desboca, para la cual contó con ni más ni menos que con la colaboración de la legendaria estrella del porno Nacho Vidal y su miembro de proporciones titánicas, y del cantautor Leonardo Dantés, quien compuso la banda sonora. Todo lo que se ha dicho hasta el día de hoy sobre esta mítica producción es poco. Una cinta en la que la pésima dirección, el nefasto montaje de sonido (tan nefasto que parece haber sido grabado directamente con una cámara de vídeo reparada por el gitano más chapucero del más cochambroso mercadillo de pueblo) y la hipnótica verga de Nacho Vidal roban todo el protagonismo a Poli, de quien ,por cierto, se puede apreciar hasta que punto hizo estragos la droga en su cuerpo.
Sea como fuere, este solo sería el comienzo de las hazañas pornográficas del "Potro de Vallecas", quien ofrecería al mundo dos largometrajes más, Las tentaciones eróticas del Lama (deseando verla)  y su precuela, la película que nos ocupa hoy, Poli, el Lama y la que los lame, la cual analizaremos de principio a final comentando sus mejores momentos con todo lujo de detalles.
Preparaos para deleitaros con el erotismo y la priápica sensualidad de Poli Díaz, el púgil más grande que ha dado este país.


En este caso, debió ser que, tras su primer gran éxito, el caché de Poli había aumentado, pues en esta ocasión no tenemos la presencia distractoria de Nacho Vidal. En su lugar tenemos al Lama, también conocido bajo el sobrenombre de El Potrillo, otro actor porno venido a menos que ya había participado antes en El secreto de La Veneno, largometraje erótico protagonizado por la vedette y transexual Cristina Ortiz "La Veneno", que ya comentaremos a su debido tiempo.
Lo primero que observamos según comienza la película es el incremento tanto de calidad visual como sonora respecto a El Potro se Desboca, hecho debido seguramente a que en esta ocasión no se contó con el insigne Justo Pastor, director del primer film. Lo malo es que con la marcha de semejante prodigio se fue también todo el imaginerío visual, o lo que viene a ser lo mismo, que ya no podremos disfrutar de secuencias tan míticas como esos créditos iniciales de El Potro se Desboca con Poli entrenando en un descampado.
Recoge el testigo Anton Frames, quién ya desde el principio nos demuestra la clase de director que es y el cariño que le pone a sus obras, con unos créditos iniciales que ya no es que esten hechos con el Windows Movie Maker, sino que parecen directamente un presentación de Power Point convertida,todo ello acompañado de una música de pastilleros que augura la obra maestra que se avecina:


Tras esto, entramos directamente en la historia, que comienza con Poli despertándose de un sueño erótico compuesto por escenas robadas de su primera película en las que nos deleita con su delicado lenguaje ("Chupa, chupa hijah de putah") y su exquisita pronunciación. Mientras tanto, el Lama, maestro espiritual de Poli y, al parecer, su compañero de piso, medita en un pasillo de su casa rodeado de paredes con gotelé y flores de plástico. Sin embargo, la paz dura poco. Poli despierta y da comienzo la siguiente conversación entre ambos héroes, en la que queda patente la dificultad el Potro de Vallecas para recordar sus frases adecuadamente:


Y así, sin comerlo ni beberlo, ya nos hemos introducido de lleno en la historia. Poli tiene que viajar a Sevilla para asistir a la inauguración de un pub, aventura para la cual contará con la compañía del Lama, quien aprovechará la ocasión para visitar a su hermano que casualmente reside allí.
Tras una transición consistente en un plano del AVE pasando a toda ostia rodado desde un paso a nivel, la acción se traslada a Sevilla. Allí, Poli atiende a una periodista mientras el Lama se reencuentra con su hermano Ozeluí, quién le lleva junto a una de sus compañeras, quien ,según dice, "tiene una reputación de golfilla buena",  para que le encuentre una mujer que le meta una follada de locura y así evitar que vuelva a largarse otros siete años más al Tíbet. El cariño fraternal es patente, pues acto seguido, y a pesar de llevar siete años sin verle, Ozeluí deja al Lama abandonado cual perro callejero, el cual termina de acoplado con un compañero de trabajo de su hermano, quien se lo lleva de viaje en barco junto a unas amigas...con erótico resultado. Si, por fin tenemos la primera escena guarra de la película.


La escena es de una belleza sinigual, un auténtica exquisitez dentro del porno, en la que podemos empezar a apreciar las sútiles metáforas que Anton Frames introduce en la película, con el amigo acariciando el timón del barco como si de un pene se tratara o esos primerísimos planos de coños en los que el zoom prácticamente nos permite ver las trompas de Falopio.
La breve escena lésbica entre las dos amigas da paso al frenesí más extremo cuando el capitán del barco echa el ancla, se saca el rabo y comienza a sonar música techno a toda tralla. Lo que empieza siendo un trío acaba con una de las mujeres sacando al Lama de su trance meditatorio a base de mamadas y uniéndolo a la fiesta, para lo cual se quita por fin la cochambrosa bolsa de basura que lleva enrollada por el cuerpo y que le  hace las veces de vestuario.
Terminado el polvo, volvemos de nuevo a conocer las andanzas de nuestro héroe Poli, quien llega al Pub a cuya inauguración debe asistir , el cual se parece misteriosamente a un bar de gasolinera de pueblo, con la versión sevillana y presuntamente homosexual de Rubalcaba tras la barra y todo (aunque en realidad, me recuerda más a una mezcla entre Ruba y un profesor de Historia que tenía en el instituto),donde el dueño le ha arreglado una cita con un craco salvaje una chavalilla.


Poli es un hombre sano a pesar de meterse caballo en las venas por litros a diario, todas las habladurías que se han dicho sobre él, pues prefiere pimplarse un zumo de piña a un cubata. Pasando de preámbulos, el Potro se dispone a follarse a tope a la mujerzuela mientras, al mismo tiempo, el Lama, que casualmente pasaba por ahí con una chavalilla, ve su oportunidad de echar otro casquete.
Y ahora sí, el héroe en acción.


Nacho Vidal. Rocco Sifredi. Ron Jeremy. Long Dong Silver. Ha habido amagos, pero todavía no ha nacido el hombre capaz de follar con la misma destreza y habilidad que Poli. Ese cuerpo, esa verga descomunal, ese gesto inexpresivo, que parece que esté directamente drogado hasta las cejas (cosa que no descarto), esas delicadas facciones en las que Anton Frames se recrea con primerísimos planos, esos momentos en los que se ve claramente que Poli se encuentra al borde del sueño profundo, esa técnica de cunnlinigus tan depurada, esa forma de manosear un pecho, ese movimiento de pelvis, ese final apoteósico...no es un hombre, no es un héroe, es un DIOS, es el Eros encarnado...y posiblemente, también la encarnación de Minerva en la Tierra, o al menos eso podemos deducir cuando escuchamos la poesía pura que sale de sus labios (cuando su dicción y vocalización nos lo permite), y si no, comprobadlo vosotros mismos con algunas de sus mejores perlas:

-"Chupa hija de puta, chupa"
-"Ven aquí, perra"
-"¡Hija de Puta!, ¡Esto es una polla!" (momentos antes de penetrarla con su falo descomunal)
-"Si yo llegara a chuparmela, me la chupaba...como los perros, mmmmmm"
-"Oh Si...mecawentohdiohmioahimiamó" (o algo así)
-"Te voy a rompé hija de puta"
-"Mala pécora, que eres una mala pécora"
-" Ah si, comemela toa, chupamela toa hijadeputah"
-"Ah, mmm, que bien, que corrida, ni un maratón de Vallecas,es la ostia esta corrida" (¿?)

Sobran las palabras.

Tras haber contemplado al Príapo español en plena acción, entra en escena el dueño del local, quien ni corto ni perezoso aprovecha que Poli está ocupado para trajinarse a la amiga de la putilla del Potro, una mujerzuela entradita en años y en carnes, encima de una mesa de billar, con el primo de Rubalcaba haciendo fotos de fondo mientras la madurita le masajea las pelotas al buen hombre con una de las bolas de billar.


Y a todo esto, ya llevamos una hora de película y hay que ir terminando ya.  ¿Cuál sería la mejor manera de terminar semejante magnum opus?, ¿Con una orgía con Poli y el Lama de participantes?, ¿Una orgía lésbica con todas las putillas?, ¿Un trío con poli, el dueño del bar y la gorda?...No, amigos, Anton Frames demuestra estar por encima de semejantes tópicos y termina la película con la escena más antierótica posible: ¡Una escena con poli y el barman en plan Cheers!


Y con el amenazador letrero de Continuará hecho con el Paint termina esta obra maestra del porno cañí. Al igual que superproducciones como Prometheus o Los Vengadores, la película termina anunciando una secuela, necesaria en verdad pues, si os paráis a pensar, quedan enigmas por resolver ¿Que ha sido del Lama desde que se escapó para follar con su putilla?, ¿Conseguirá Ozeluí evitar que su hermano se vuelva al Tíbet?, ¿La presencia de Poli atraerá a suficiente gente como para asegurar el éxito del local?, y lo más importante, ¿Conseguirá el barman meterla en caliente de una vez por todas?
En fin, espero que todas y cada una de estas preguntas quedaran resueltas en la secuela del film, Las tentaciones eróticas del Lama, largometraje que no he podido disfrutar...todavía. Lo que si está claro, es que Poli, el Lama y la que los Lame es un producto de muchisima mejor calidad que El Potro se Desboca, ya que, si bien mantiene los ingredientes que llevaron a esta al éxito (vease, Poli follando drogado y demostrando sus dotes como orador, mujeres rozando el borde de lo desagradable y estrellas invitadas robando el protagonismo al Potro de Vallecas), al menos no parece estar rodada por un estudiante de primero de Audiovisuales que no ha cogido una cámara en su puta vida.
Las pelis porno de Poli Díaz...según él, se metió en el porno "porque de todo había que hacer en esta vida", si bien los que hemos seguido su peripecia vital con atención sabemos que lo hizo por necesidad. Puede que sea uno de los puntos más negros de su vida, pero una cosa está clara, material como este ha proporcionado y proporcionará diversión a generaciones y generaciones de adolescentes cachondos.
Y todo se lo debemos a Policarpo Díaz, El Potro de Vallecas, siete veces campeón de España y ocho campeón de Europa. Un deportista legendario. Una figura pública aún mayor. ¡¡Grande Poli!!

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