miércoles, 9 de enero de 2013

El Musical más grande jamás rodado: Una Revolucionaria reseña de LOS MISERABLES


Título: Los Miserables (Les Misérables)
Director: Tom Hooper
Año: 2012
Intérpretes: Hugh Jackman (Jean Valjean), Russell Crowe (Javert), Anne Hathaway (Fantine), Amanda Seyfried (Cosette),Eddie Redmayne (Marius), Aaron Tveit (Enjolras), Samantha Bank (Éponine),Sacha Baron Cohen (Thénardier), Helena Bonham Carter (Madame Thénardier)
Calificación (sobre 10): 9

NOTA: Antes de nada, estimado lector, dale al play al vídeo de abajo



No toda obra literaria puede tener una película, eso es un hecho Hay libros que, ya sea por su estructura, por su contenido o por su longitud mismamente, resultan casi imposibles de adaptar sino imposibles del todo.
Si hace algún tiempo me hubieran preguntado que libros consideraba que jamás tendrían una adaptación cinematográfica, seguramente habría incluido en la lista, por ejemplo, La Metamorfosis de Kafka (de la cual acabo de descubrir que existe una TV movie), El Silmarillion de Tolkien (aunque no me extrañaria que cualquier día Peter Jackson se lanzara con el proyecto) y, por supuesto, Los Miserables de Victor Hugo, una obra tan extensa, profunda y llena de matices que, en mi opinión, cualquier adaptación se quedaría a años luz de la historia original (aunque ha llegado a mis oídos que antes de la que hoy hablamos, existieron un par de adaptacione de dudosa calidad).
Y sin embargo, aquí estamos hoy, hablando sobre Los Miserables, la película, la cual no habría nacido sin la previa existencia del musical homónimo. Si bien es verdad que una adaptación teatral era quizás el mejor modo de acercarse a la obra , Los Miserables superó todas las expectativas convirtiéndose en uno de los musicales más aclamados por la crítica y el público de todos los tiempos y elevando a la categoría de leyenda el legado literario de Victor Hugo.
Llegados a este punto, y una vez sabido que se iba a hacer una adaptación a la gran pantalla con un presupuesto importante detrás, sólo quedaba preguntarse ¿Que nos iba a ofrecer la película? ¿Cómo se iba a afrontar el doble reto, no sólo de adaptar una obra tan compleja, sino también el montaje teatral? La respuesta llegaría con el tiempo, cuando conocimos el elenco de estrellas que aparecerían en el film comandados por el oscarizado director Tom Hooper, quien tenía unas ideas muy claras sobre como llevar a cabo el proyecto. Ya sólo quedaba esperar.
A día de hoy, los misterios se han resuelto, las incógnitas han desaparecido, y una vez vista la película sólo existe una respuesta: No se podría haber hecho mejor.
Para aquellos que no lo sepan, Los Miserables es una historia que transcurre en Francia entre 1815 y 1833. Napoleón ha caído y un nuevo rey se ha erigido como gobernante de Francia, para descontento tanto de bonapartistas como de los partidarios de la ya pasada Revolución Francesa. En este contexto, Jean Valjean, un ex convicto que ha roto su condicional, intenta redimir sus errores pasados y convertirse en un buen hombre a la vez que huye constantemente de Javert, un implacable policía que vive por y para la ley. A lo largo de los años, Valjean se encontrará con varios personajes que marcaran su trayectoria vital, para bien o para mal, entre los cuales se encuentran Fantine, una joven madre trabajadora que se desvive día y noche por su hija Cosette, por la cual acabará descendiendo a los infiernos; Marius, un joven estudiante con ínfulas revolucionarias o Thénardier, un truhán, mesonero y líder de una banda de ladronzuelos.
He de reconocerlo, no es la mejor sinopsis que se podía haber escrito, pero es que es muy díficil resumir adecuadamente la historia sin meter spoilers a punta pala. De hecho, vamos a empezar por ese aspecto, el trabajo de adaptación, que es prácticamente exacto al del musical, salvo por algunos versos de las canciones que han sido suprimidos y la ausencia del número musical Dog Eats Dog. Es, sinceramente, la mejor adaptación que se ha hecho de la obra de Hugo, condensando bastante bien todos los acontecimientos importantes de la misma, pero, tanto el musical como la película tienen el mismo defecto, ya que la manera en la que están construidos provoca que algunos de los aspectos, sobre todo en lo relativo a la psicología de los personajes queden diluidos, hecho que se nota especialmente por ejemplo en el cambio de mentalidad de Valjean al comienzo de la película o en las motivaciones personales de Javert (especialmente en el tramo final del film). Al margen de este pequeño detalle, la historia, como podréis imaginar viniendo de semejante grande de la literatura mundial es soberbia, combinando momentos épicos con momentos lentos y reflexivos, acción y romanticismo, una constante carga de tensión e impregnándolo todo con un toque de análisis y crítica social, tan propio de las obras de Hugo.
Partiendo de una base de tamaño calibre, ya de por sí tendríamos una película buena. Son los actores y la música lo que convierten al film en una auténtica obra maestra. Y es que todos y cada uno de los actores principales llevan a cabo unas interpretaciones BRILLANTES, en gran medida producto de la mejor decisión que podía haber tomado Tom Hoopper: hacer que los actores y actrices cantaran en directo, en lugar de pregrabar las canciones y luego insertarlas en la banda sonora mientras los actores hacen playback, lo que convierte a los momentos musicales en interpretaciones únicas, diferentes de todas las anteriormente hechas.
Tenemos por un lado a Hugh Jackman, interpretando a Jean Valjean de manera magistral. Jackman siente, llora para al momento siguiente gritar de rabia, transmitiendo esas emociones al público. Mención aparte a la acertada caracterización durante su etapa de convicto, que le da un aspecto amenazador y sucio que contrasta sorprendentemente bien con la ternura de sus solos, en especial Valjean's Soliloquoy.
Por otro lado, está Russell Crowe, impecable como siempre como Javert, papel que le sienta como un guante gracias a detalles como su habilidad innata para expresar el odio y la rabia, o la rudeza de su voz, que musicalmente no es la mejor posible (hecho que le ha convertido en blanco de muchos críticos), pero que aun así aporta al papel de Javert un matiz desde luego, peculiar, lo cual no evita que clave el tema más exigente y melódico de su papel, Stars.
Pero desde luego, si hay una persona que debe llevarse algún mérito por su papel, esa es Anne Hathaway, sin duda alguna. Muy lejos han quedado los tiempos en los que protagonizaba bodrios como Princesa por Sorpresa (si obviamos la recaída que tuvo hace un par de añitos con esa herejía llamada Alicia en el Pais de las Maravillas de Tim Burton), ahora la jovencita ha madurado y aquí nos brinda la mejor interpretación de su carrera que, si bien es corta, es intensa y dramática hasta decir basta. Ya sólamente el escuchar su versión de I Dreamed a Dream, el tema más emblemático del musical, hace que se te pongan los pelos como escarpias, y eso que a dia de hoy hay versiones para aburrir del mismo (Y además, dicho sea de paso, la chiquilla está tremenda hasta con la cabeza prácticamente rapada y cubierta de suciedad). Sin duda de lo mejor de la película, un papelón de la virgen.
En cuanto al resto del reparto, si bien no destaca tanto como el trío de estrellas que acabamos de comentar, si merecen ser reconocidos, más que nada porque, ninguno de ellos realiza una mala interpretación ni arruina los números musicales que protagonizan, y eso es algo muy difícil de encontrar hoy en día, y más en una producción de este tipo.
Sacha Baron Cohen, por ejemplo, está espléndido como Thenardier, un personaje con un matiz cómico que sienta como un guante al ya curtido actor. Helena Bonham Carter aparece tambien encarnando a Madame Thenardier, papel que viene a ser como una versión reducida del personaje de Mss. Lovett del musical Sweeney Todd de Tim Burton, que ya había encarnado anteriormente. Eddie Redmayne y Amanda Seyfried, que si bien cantan bien, no me acaban de contentar todo lo que quisiera, principalmente por la cara de bobalicón del primero y porque no consigo quitarme de la cabeza el hecho de que la segunda participara en el pasado en bodrios como Mamma Mia o Caperucita Roja (además de hacer de putilla y trincarse a Julianne Moore en Chloe). Todo lo contrario que Aaron Tveit, quién cumple perfectamente como Enjolras, un papel que, al menos vocalmente hablando es bastante exigente y muy, muy potente en escena y en pantalla. Y por supuesto, no puedo terminar este repaso al elenco sin mencionar a Samantha Bank, que encarna a Éponine y a Colm Wilkinson, que participa brevemente poniéndole voz y rostro al obispo Myriel, personaje clave para el desarrollo de la historia, ambos, intérpretes que ya habían participado en la versión escénica del musical.
Vamos, que desde luego, a la hora de hablar del reparto, conviene prepararse para aplaudir hasta sangrar por las palmas, porque en verdad es francamente admirable el trabajo que hacen todos y cada uno de los actores y actrices. Y ya es sabido, y más aún si hablamos de musicales, que cuando te rodeas de un buen plantel de cantantes/actores es muy difícil conseguir que el proyecto salga mal.

Pero no todo en la película (aunque por lo que llevamos de reseña parezca justo lo contrario) son los momentos musicales y las interpretaciones, Los Miserables merece una calificación sobresaliente porque es una película que, de principio a fin está realizada con sumo detalle.
Estéticamente, simplemente acojona, no se puede decir otra forma. Momentos como el prólogo en el presidio, con ese juego de luces y colores, todo rodeado por el agua, en el que, mientras contemplas el lamentable estado de los presos y empiezas a vislumbrar al implacable siervo de la ley que es Javert, escuchas por primera vez el tema Look Down ; o la transición entre Valjean's Soliloquoy y At The End of The Day, en el que Jean Valjean rompe los papeles de su condicional decidido a empezar desde cero una nueva vida y, mientras estos vuelan llevados por el viento, el sol del atardecer da paso a una tormenta que marca la llegada de llegada de Javert y los problemas a Montreil Sur-Mer, son como una patada en el pecho, te dejan sin aire en los pulmones, paralizado en el asiento, sin saber si llorar, emocionarte o llamar al 091 para que un enfermero del SAMUR te reanime el corazón a base de calambrazos e inyecciones de adrenalina. ¿Qué películas hoy en día pueden jactarse de conseguir semejante efecto en el público? No hay más que decir.
Finalmente, que mejor manera de terminar esta reseña que ofreciendo mi opinión sobre uno de los aspectos de la película que más ha dividido a la crítica: la dirección. El problema con esta, para algunos, reside en que, en muchos momentos, durante los momentos musicales, y especialmente en los solos, Tom Hooper centra la cámara en primerísimos planos fijos de las caras de los actores en lugar de mover más la cámara, mostrar otros planos del escenario,etc. Esto para algunos resulta un recurso repetitivo y agobiante que llega a saturar conforme avanza la película. En mi opinión, es una decisión que reconozco es utilizada con mucha frecuencia, pero no por ello resulta desagradable. La razón es simple, el director intenta capturar la interpretación que recordemos es en directo de canciones que son muy potentes y emotivas (Valjean's Soliloquoy, Stars, I Dreamed a Dream, Empty Chairs At Empty Tables,etc), temas que no requieren de la participación de un gran número de actores o de una coreografía compleja. Son momentos en los que la mirada del público debe estar fija en el actor o actriz y no entretenerse con la contemplación del escenario que lo rodea. ¿Cuál es la mejor manera de asegurar que no se pierda ningún detalle de la expresividad, de los sentimientos que emanan de la interpretación del actor? Un primer plano, simple y llanamente. Puede que halla gente que no esté de acuerdo y que lo rechace, a mi personalmente, no me ha desagradado.

En resúmen, que nos encontramos en Los Miserables. Pues nada más ni nada menos que una película que roza la maestría, que hace justicia al musical original y a la obra de Víctor Hugo, un film que debería entrar en el programa de las escuelas de cine, como muestra de como hacer una película sin descuidar ningún detalle estético, de como elegir a la perfección a un elenco de actores y actrices y de como adaptar una obra  teatral a la gran pantalla sin conseguir que el público se aburra. Los Miserables es una película que puede presumir de haber logrado juntar a Lobezno, a Máximo Décimo Meridio y a la Catwoman de Cristopher Nolan y ponerles a cantar sin que el conjunto quede ridículo.
Los Miserables es, ni más ni menos que uno de los mejores films que nos ha dejado el 2012, el último ladrillo que se ha añadido a ese gran edificio que es la historia del cine, una película que dará que hablar por muchos y muchos años. Queda dicho.


Lo más glorioso:

  • Un reparto colosal con voces equiparables a su capacidad interpretativa, destacando a Russell Crowe, Hugh Jackman pero sobre todo Anne Hathaway, quien nos deleita con la actuación de su vida.
  • Sacha Baron Cohen, Samantha Bank, Amanda Seyfried, Eddie Redmayne y Aaron Tveit siguiendo muy de cerca al trío protagonista en cuanto a calidad y ganándose igualmente el aplauso del público.
  • Estéticamente te deja clavado en el asiento. Espectacular es una calificación que se queda corta.
  • La MÚSICA, única y absoluta protagonista de la cinta. Una partitura y un libreto inmortales...pero es algo que ya se sabía de antemano ¿o no?
Lo puto peor:
  • Que a pesar de que Eddie Redmayne y Amanda Seyfried canten bien y demás, no me acaben de convencer del todo como Marius y Cosette respectivamente
  • Que detalles como la capacidad vocal de Russell Crowe o las técnicas de dirección de Tom Hooper hayan dividido a la crítica, hecho que quizá consiga disuadir a alguno de disfrutar de semejante maravilla.


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