Título: Skyfall
Director: Sam Mendes
Año: 2012
Intérpretes: Daniel Craig (James B ond), Javier Bardem (Silva), Judi Dench (M), Naomie Harris (Eve), Ralph Fiennes (Gareth Mallory), Ben Wishaw (Q), Bérénice Marlohe (Sévérine)
Calificación (sobre 10): 7
50 años han pasado desde el primer James Bond...y anda que no han pasado cosas ni nada. Seis actores distintos han interpretado el papel del espía. Hemos tenido peliculones de la ostia pero tambien unas cuantas putas mierdas del tamañao de un cohete espacial. Pero el caso es que han pasado 50 años, joder quien lo habría dicho. Si los muertos pudieran moverse y sentir (aunque creo que esto contradice el propio concepto de muerte) Ian Fleming se la estaría machacando noche y día en su ataúd viendo que su creación ya ha trascendido todos los canones para convertirse en un icono inmortal.
50 años han pasado, y parecía que no podíamos esperar ninguna innovación respecto a Bond (tampoco es que la quisieramos, al menos personalmente) pero, he aquí, queridos amigos y amigas, que ha tenido que venir Sam Mendes y ha tenido que volver Daniel Craig, para meternos una patada en la boca y decirnos que sí, que han pasado 50 años, pero que esto está lejos de acabarse, que nos vamos a cagar en los pantalones con lo que queda por llegar, y esto lo digo, queridos míos, porque he aquí, que este buen señor ha parido Skyfall.
En Skyfall recibimos ya desde el principio una buena patada en los huevos al mostrarnos como en plena misión, Bond es herido en combate, dejado atrás y dado por muerto. Un tiempo más tarde, después de que el MI6 sea víctima de un atentado perpetrado por una misteriosa figura que parece tener relación con M, el agente 007 deberá volver de su autoimpuesto retiro y desempolvar su Licencia Para Matar para enfrentarse al que quizás sea su peor enemigo hasta la fecha.
Como véis, la cosa empieza ya fuerte de verdad, ya que no nos encontramos con un James Bond implacable, fuerte, con una máquina de matar (faceta que el Bond de Craig había explotado más que ningún otro), sino con un hombre derrotado, débil, un hombre que se cansa, que falla, un hombre herido físicamente, pero sobre todo mentalmente, ya que se siente traicionado por su propia jefa, por su propio país, que prefirió dejarlo atrás, abandonarlo antes que preocuparse lo más mínimo por su posible supervivencia, en resumen, nos encontramos que un 007 que ni es, ni siquiera se considera, el mismo que era antes. Esta faceta del Bond débil ya intentaron ponerla en práctica anteriormente en Muere Otro Día, con nuestro héroe siendo capturado por los enemigos al principio de la película, pero sin embargo, no lo supieron aprovechar en su momento. En Skyfall, por el contrario, este aspecto es aprovechado a lo largo de toda la película, acentuándose especialmente a partir del momento en el que hace aparición Silva, el villano de la cinta, y convirtiéndose en uno de los pilares sobre los que se construye toda la trama de la misma. Así mismo, tenemos a Daniel Craig que vuelve a interpretar como bien sabe al agente 007 y sobre cuyo trabajo no me voy a centrar, ya que sería repetir todo lo que ya dije en su momento en la crítica de Casino Royale, aunque si voy a decir, que si bien en esta pudimos ver como cumplía con creces con la faceta más dura del personaje, aquí podemos comprobar que no solamente sabe cumplir con esta, sino que puede adaptarse a los cambios en el personaje, ser duro y frágil a la vez, y no perder calidad por ello, es decir, resulta ser en verdad un buen actor y, en mi opinión, uno de los mejores Bond de todos los tiempos.
Luego tenemos a Judi Dench, interpretando una vez más a M, y mostrándonos de nuevo, una faceta del personaje que desconocíamos por completo. Aquí podemos ver a una M a la que los años tambien le han pasado factura y que ,a lo largo de la película verá como recae sobre ella todo el peso de los errores de su pasado. Una actuación correcta como siempre de esta veterana actriz, que en esta ocasión consigue desplazar al resto de mujeres del film y convertirse en la auténtica chica Bond de este.
Y por supuesto, la gran estrella de la película, y lo que más ha llamado la atención al público, por lo menos aquí en España: la inclusión de Javier Bardem como Silva, el villano de la película. Personalmente, Bardem no es un actor que llame demasiado mi atención, reconozco que ha tenido papeles muy buenos,como en Mar Adentro, pero también otros muchos que me han dado arcadas del puro asco que daban, como en Huevos de Oro, Jamón Jamón, Las Edades de Lulú y tantas otras. Sin embargo, aquí en Skyfall nos ofrece una interpretación magnífica, histriónico a más no poder, en ese delgado límite existente entre la sobreactuación y la genialidad, jugando en la misma liga que actores como Christoph Waltz, por ejemplo (recordemos su mítico papel de villano en Malditos Bastardos de Tarantino). De hecho, el propio personaje de Silva, tiene muchos detalles que me gustaría comentar pero que me ahorraré para evitar introducir spoilers. Solamente diré que es un villano que guarda muchos paralelismos con la situación que muestra Bond en la película, convirtiéndose ambos personajes en algo así como las dos caras de una misma moneda (aquellos que hallan visto la película sabrán a lo que me refiero).
Finalmente, tenemos a Naomie Harris y Ralph Fiennes interpretando a los personajes de Eve y Mallory respectivamente de manera correctísima, siendo además personajes que al final nos otorgan una sorpresa que es sin duda, un regalo con un regusto a nostalgia para los fanáticos de la saga.
En general, el reparto en su totalidad cumple de sobra con su cometido, y en el caso de los personajes principales, osease Craig, Dench y Bardem, nos dejan auténticos papelones, actuaciones que serán recordadas por años en lo referente a la saga de Bond.
En lo referente a otros detalles de la película, por ejemplo, tenemos la dirección de Sam Mendes, director que en un principio no me convencía demasiado para la saga (básicamente, porque anteriores trabajos suyos como American Beauty o Revolutionary Road se alejan bastante de lo que supone una película de acción como son las de Bond) ha demostrado sin embargo ser, de verdad, un director cualificadísimo para cualquier tipo de trabajo que le propongan. En particular me gustó el hecho de que, si bien la película no escatima en escenas de acción, tiroteos y demás, no llega a alcanzar el nivel de surrealismo de , por ejemplo, la escena de las grúas de Casino Royale, estando estas escenas rodadas con muy buen pulso e incluso resultando originales en algunos momentos (destacando por ejemplo, los giros de cámara y los cambios de plano en la persecución inicial en Turquía o la "pelea de sombras" en Shangai).
Y para acabar, un par de detallitos. En primer lugar, la banda sonora (ya sabéis que para mí, es imprescindible comentarla), no resulta especialmente destacable si tratamos cada uno de los temas que la componen por separado, pero en su conjunto resulta un acompañamiento perfecto para las imágenes que vemos en pantalla. Por supuesto, aparece el mítico tema de John Barry, no podía ser menos. En cuanto a la canción que inevitablemente va ligada a los títulos de crédito de toda película de Bond que se precie, tenemos en este caso a Adele quien se encarga de poner la voz a una canción con el mismo título que la película, Skyfall, que se encuentra, conjugando con el tono que impregna el film en su totalidad, entre los grandes temas clásicos de Bond (por ejemplo, Diamons Are Forever) y los sonidos propios de artistas como Amy Winehouse (R.I.P.) y la propia Adele, que tanto podemos escuchar hoy en día. Maravilloso.
El otro detalle, supondrá una chorrada para la inmensa mayoría, pero los auténticos fanáticos de Bond lo recibirán con una sonrisa de oreja a oreja. Porque, queridos amigos y amigas, en esta película vuelve a hacer aparición el Aston Martin DB 5 para regocijo de todos los que hemos disfrutado de la saga desde el principio. Una vez más, lo clásico se encuentra con lo moderno.
En resumen, una película que supone la culminación de la nueva saga de películas de Bond de Daniel Craig, que éxito tras éxito se está convirtiendo en un duro competidor para arrebatarle al gran Sean Connery el título de mejor Bond de la historia. Una película con personajes e interpretaciones enormes, buenas dosis de acción, una historia con trasfondo, un matiz nostálgico y una conjugación entre los elementos clásicos y los más modernos de la saga que impregna el metraje de principio a fin. Es decir, una grandísima película de James Bond y una buenísima película en general. Esperemos que en el futuro, la cosa se mantenga en estas cotas tan altas y nos haga seguir teniendo esperanzas en el buen cine.
Lo más glorioso:
- Daniel Craig demostrando que no sólo puede interpretar al Bond más destructivo e implacable, sino también al más frágil y desilusionado con la vida. Papelón.
- Javier Bardem, un villano con carisma y una interpretación histriónica sin llegar a la sobreactuación. Definitivamente uno de los mejores puntazos del film.
- Judi Dench, Naomie Harris, Ralph Fiennes...ningún miembro del reparto decepciona, lo que es bastante meritorio de por si.
- No escatima en momentos de acción y adrenalina, sin llegar a los extremos de, por ejemplo, la escena de las grúas de Casino Royale, cosa que es de agradecer.
Lo puto peor:
- Bufff...no sabría que decir, quizá el hecho de que la banda sonora sea sólo un simple acompañamiento sin llegar a lograr más protagonismo. La verdad es que no hay ningún detalle que sea lo suficientemente malo para incluirlo en esta categoría. En verdad, la película se hace merecedora de su calificación.
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