viernes, 4 de mayo de 2012

LA MUERTE ATACA EN NUEVA YORK


Título: La Muerte Ataca en Nueva York (Breeders)
Director: Tim Kincaid
Año: 1986
Intérpretes: Teresa Farley (Dra. Gamble Pace), Lance Lewman (Inspector Dale Adriotti), Ed French (Dr. Ira Markum) y muchas mujeres que se desnudan por dinero
Calificación (sobre 10): 1,5

¡Yujuu! ¡Por fin ha llegado el momento que llevaba esperando tanto tiempo!. Ha llegado la hora en que por fin puedo analizar un zurullo pestilente de película como Dios manda.Ha llegado la hora de inaugurar una nueva sección: Coprofagia Audiovisual, un nombre de mierda para una sección que se dedica precisamente a eso, a analizar pelis de mierda, destripando por supuesto todos los detalles aberrantes que tenga el film en cuestión.
Para inaugurar puta sección de mierda he elegido un producto verdaderamente grotesco, una abominación salida de las putas profundidades del infierno: Breeders, o, en un nuevo alarde de profesionalidad por parte de los traductores españoles, La Muerte Ataca en Nueva York, una película de ciencia ficción/terror con monstruo alienígena incluido dirigida por el archiconocido en el mundo de las películas casposas Tim Kincaid, afamado director de porno gay (esto es totalmente cierto) que en los ochenta hizo sus pinitos en el cine cutre, con resultados similares al de la película que vamos a tratar hoy.

La Muerte Ataca en Nueva York cuenta como en la ciudad que nunca duerme empiezan a producirse una serie de violaciones a mujeres llevadas a cabo por un asaltante inidentificado. Un inspector de policía y una doctora intentarán resolver el misterio, o por lo menos harán como que lo hacen. Y ya está, no hay más, la película tiene uno de los guiones más horrendos de la historia. Intentan contar una historia más o menos inquietante pero acaba saliendo un engendro enorme que se resuelve de forma ridícula en uno de los peores clímax finales de la historia. 
Podría comentar sus interpretaciones aberrantes o su nulo trabajo de dirección, pero creo que la mejor forma de hacerlo es describiendo algunas de las mejores/peores escenas de la película.

La película comienza de la mejor forma posible. Se nos presenta a una mujer que, demostrando que es una fuente de energía negativa, se niega a mantener relaciones sexuales con un hombre y lo abandona. Volviendo a su casa temerosa y descalza (sin motivo alguno), es asaltada por un venerable anciano que pasea a su perrito con UNA CADENA como si fuera un puto doberman. El anciano, tras echarle una charla sobre como ha cambiado el barrio y sobre su "fabrica de chocolate favorita" se transforma en un monstruo hecho totalmente con el ojete que se lleva a nuestra fémina para realizar con ella macabras prácticas.                  

                                     
                        
El modo en el que esta montada la escena se repetirá en todos y cada uno de los raptos de mujeres de la película. Es decir, mujer aparece, mujer tiene una pequeña charla, aparece personaje random, aparece el monstruo y se la lleva. Aunque repetitivas, estas escenas resultan ser lo mejor de la película, ya que parece una especie de reto por parte del director de querer superar su propia mierda en cada escena nueva con respecto al anterior.
Tras esta presentación conocemos a los protagonistas, el inspector de policía y la doctora, que nada más aparecer sueltan uno de esos diálogos que sacan a la luz la calidad del guión:

INSPECTOR: "¿Es muy grave doctora" (refiriéndose a la mujer violada por el monstruo)
DOCTORA: "Más grave imposible, inspector"
INSPECTOR: "¿Sobrevivirá?"
DOCTORA:  "Sobrevivirá, pero no le hará mucha gracia"

Cuando nos enseñan a la víctima nos intentan hacer creer que está totalmente desfigurada cuando en realidad tiene dos cicatrices hechas de la manera más cochambrosa posible.

Joder, he soñado que actuaba en una película de monstruos violadores
Los dos personajes, analizando los datos de las últimas mujeres violadas atendidas en el hospital llegan a una conclusión estremecedora: todas las mujeres eran vírgenes antes de ser violadas.
Acto seguido se nos presenta otro escenario, una sesión de fotos a una modelo en lencería. Toda muy normal, con la salvedad de que cuando el cámara y compañía hacen una pausa para comer ocurre esto:

 

En efecto, mientras su equipo se va a comer, ella tranquilamente se mete dos rayitas de coca, se desnuda y SE PONE A HACER EJERCICIOS DE GIMNASIA Y ESTIRAMIENTOS (WTF?¡?). Evidentemente, el tío que aparece al final del vídeo se transformará en la criatura de los cojones y la violará, escena muy perturbadora dicho sea de paso.
Y sin darle tiempo al espectador a descansar el director devuelve la acción al hospital y nos obsequia con el peor susto de la historia:


                                       

Una cuantas violaciones más tarde (gracias a una de las cuales descubrimos que en Nueva York, los violadores no llevan camiseta bajo la chaqueta) nuestros protagonistas, gracias a la inestimable ayuda de otro médico del hospital, el Dr. Markum, descubren que el monstruo procede de los túneles bajo la ciudad. Así pues, cuando las mujeres violadas comienzan a entrar en trance y a huir del hospital, nuestros héroes las siguen hasta la guarida del engendro, donde el Dr. Markum resuelve el misterio en torno a la criatura de la manera más cochambrosa posible y donde tienen también un encuentro con una agradable monstruo con cara de coño:


Tras este emocionante clímax final, el dr.Markum se revela como la criatura violadora y es masacrado de manera ridícula por el Inspector Andriotti. Tras acabar con la amenaza, nuestros héroes vuelven a casa sanos y salvos. Tras mantener relaciones sexuales, la película acaba con el Inspector transformándose en otra criatura violadora, dejando supuestamente preñada a la doctora y destruyendo la poca coherencia que le quedaba a la película.

En fin, una película absolutamente horrenda, y que sin embargo posee todos los ingredientes que podrían usarse para conseguir una peli cutre por lo menos divertida como son monstruos de látex, actuaciones aberrantes, dirección nula, desnudos gratuitos (detalle en el que no me he detenido demasiado pero que en la película es una constante) y momentos absurdos a porrillo.
No es más que una serie de escenas pegadas siguiendo un orden aleatorio al que intentan dar algún sentido, sentido que se desintegra al segundo 3 de película. Una peli que podría haber sido divertida pero que en manos de un hijo de Satanás como Tim Kincaid se convierte en un truño aburridísimo, perfecto para visionar con colegas con los que comentar la puta mierda que se recibe por los ojos, pero cuyo visionado en solitario es una locura solo recomendada para dementes o personajes perturbados. O sea para aquellos que visitáis este blog.
Queda dicho pues, vedla bajo vuestra propia responsabilidad.

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